Noticias

19.Ago.2015 / 01:17 pm / Haga un comentario

Foto: Archivo

Rafael Ramírez, representante permanente venezolano ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) expresó hoy que América Latina y el Caribe cuentan con instancias capaces para enfrentar los retos globales asertivamente y bajo el principio de la inclusión.

“La ampliación y el fortalecimiento de las organizaciones regionales, así como por una creciente interacción y relacionamiento entre estas, constituyen la instancia natural de prevención y resolución de los conflictos que amenazan la paz mundial”, indicó en el Debate Abierto del Consejo de Seguridad sobre los Retos de las Organizaciones Regionales, en el que participó el secretario general para la ONU, Ban Ki-Moon, quien ofreció detalles del informe presentado ante el Consejo sobre la materia.

El embajador Ramírez refirió la evolución de la región en los últimos 15 años, que ha sido objeto de profundos cambios políticos y sociales de cara a la conformación de un mundo multipolar.

“Bajo la inspiración del Presidente Comandante Hugo Chávez y de otros grandes líderes regionales como el Comandante Fidel Castro, y los presidentes Néstor Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Lula da Silva, ‘Pepe’ Mujica, Dilma Rousseff, Michelle Bachelet, entre otros, se ha creado una nueva arquitectura política regional que responde más a los intereses de los países de América Latina y el Caribe que a los intereses de cualquier otra potencia, dejando atrás organizaciones regionales que lejos de representar los intereses de América Latina y el Caribe los subordinaban a intereses y necesidades ajenas”, señaló.

Indicó que América Latina y el Caribe es una zona de paz con justicia social, y enfatizó que la creación de mecanismos regionales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el acuerdo energético Petrocaribe, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y el renovado Mercado Común del Sur (Mercosur) han sido sumamente beneficiosos para el fortalecimiento de las relaciones entre las naciones del Sur.

“Esta ruptura con el pasado va a representar una reafirmación de los principios de soberanía, no intervención en los asuntos internos e independencia política y en la definición de los intereses y las prioridades de los países de la región. Se trata de procesos de integración políticos, basados en la necesidad del respeto y beneficio mutuo para preservar la paz con justicia social”, afirmó.

A continuación el discurso del embajador Ramírez en el Debate Abierto del Consejo de Seguridad sobre los Retos de las Organizaciones Regionales:

Sra. Presidenta,

La República Bolivariana de Venezuela agradece a la República de Nigeria por la convocatoria a este importante debate temático. Expresa, asimismo, su agradecimiento al Secretario General, Sr. Ban Ki Moon, por la presentación de su Informe.

Por otra parte, adherimos la intervención que pronunciará la República Islámica de Irán en nombre del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal).

La Nota Conceptual circulada por la presidencia nigeriana señala acertadamente que el fin de la Guerra Fría trajo consigo el afianzamiento de organizaciones regionales y subrregionales con mayor espacio político y relevancia internacional.

Venezuela está firmemente convencida que la consolidación del actual sistema pluripolar y multicéntrico en evolución es un aspecto altamente positivo para el fortalecimiento de la paz y la seguridad internacionales, en cuyo proceso la cooperación sostenida entre las Naciones Unidas y las organizaciones regionales es fundamental para la consecución de ese logro.

En ese sentido resalta la necesidad de trabajar a favor de un mundo más balanceado en el que las organizaciones regionales tengan un papel importante que desempeñar en garantizar la paz y la seguridad internacionales.

Por tanto, Venezuela aboga por la ampliación y el fortalecimiento de las organizaciones regionales, así como por una creciente interacción y relacionamiento entre éstas, puesto que constituyen la instancia natural de prevención y resolución de los conflictos que amenazan la paz mundial.

Las organizaciones regionales constituyen una instancia anterior y complementaria a las labores de mantenimiento de la paz y la seguridad de las Naciones Unidas, con particular énfasis en su capacidad preventiva. En el cumplimiento de estas tareas, las organizaciones regionales deben respetar cabalmente todos los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, incluyendo el respeto irrestricto de la soberanía, la integridad territorial y la independencia política de los Estados, así como la autodeterminación de los pueblos. Las organizaciones regionales no pueden promover la guerra.

Durante los últimos quince años, América Latina y el Caribe ha sido escenario de un profundo cambio en sus estructuras e instituciones políticas y sociales, con el surgimiento de una clara orientación progresista y en pro de un mundo pluripolar y multicéntrico.

Bajo la inspiración del Presidente Comandante Hugo Chávez y de otros grandes líderes regionales como el Comandante Fidel Castro, y los presidentes Néstor Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Lula da Silva, y Dilma Rousseff, Michelle Bachelet. entre otros, se ha creado una nueva arquitectura política regional que responde más a los intereses de los países de América Latina y el Caribe que a los intereses de cualquier otra potencia, dejando atrás organizaciones regionales que lejos de representar los intereses de América Latina y el Caribe los subordinaban a intereses y necesidades ajenas.

Es así como en quince años ha surgido la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), Petrocaribe, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y un Mercado Común del Sur (Mercosur) ampliado y renovado.

Esta ruptura con el pasado va a representar una reafirmación de los principios de soberanía, no intervención en los asuntos internos e independencia política y en la definición de los intereses y las prioridades de los países de la región. Se trata de procesos de integración políticos, basados en la necesidad del respeto y beneficio mutuo para preservar la paz con justicia social.

Sra. Presidenta,

La Unión Suramericana de Naciones, Unasur, se constituye a partir de la suma de voluntades de todas las naciones. Unasur ha demostrado su capacidad para actuar de manera rápida y determinada para prevenir cualquier alteración del orden constitucional, como ocurrió en Bolivia contra el Presidente Evo Morales, en 2008; y contra el Presidente Rafael Correa en Ecuador, en 2010, cuando los países miembros de ese foro se pronunciaron a favor de la vigencia del orden constitucional y democrático en esas naciones hermanas en rechazo a las pretensiones golpistas y separatistas de los insurrectos. Desde el 2010, UNASUR dispone de un Protocolo Democrático, suscrito en 2010 que contempla la imposición de sanciones diplomáticas, políticas y económicas en caso de producirse un quiebre del orden democrático en la región suramericana.

Sra. Presidenta,

El Alba, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, por su parte, surge de una iniciativa del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, con miras a reforzar la autodeterminación de los pueblos y la soberanía de los Estados frente a las políticas neocoloniales de potencias extranjeras y siempre a favor de los más pobres y excluidos. El Alba no es un mecanismo de defensa subrregional, sino una organización sensible a los desafíos sociales, económicos y medioambientales de los pueblos de la región; comprometida con la lucha contra la pobreza y la desigualdad social; consciente de las inequidades entre países ricos, de renta media y menos desarrollados; volcado hacia la complementariedad de las economías y no la competencia voraz y depredadora. La cooperación y el respeto son pilares de la paz.

La mayor expresión del compromiso de Alba con el desarrollo autónomo de los pueblos de la región es la creación de Petrocaribe en 2005. Concebida como una iniciativa para promover la seguridad energética de América Central y el Caribe, Petrocaribe beneficia a más de 17 países. Se trata de un modelo de cooperación basado en la integración energética y cimentado en los principios de solidaridad y trato especial y diferenciado de las naciones. Esta cooperación, que se desarrolla en el marco del respeto y la cooperación con el Caricom y el SICA, es un ejemplo extraordinario de la cooperación Sur-Sur.

Sra. Presidenta,

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, es expresión del multilateralismo pluralista, y de unidad en la diversidad entre sus miembros, elementos éstos que le han permitido avanzar de manera firme en el desarrollo de políticas comunes en áreas tan sensibles como el de desarrollo sostenible, cambio climático, desarme nuclear, el tráfico ilícito de drogas, el rechazo al embargo en contra de Cuba, el rechazo a las sanciones contra Venezuela y el apoyo a los procesos de descolonización de las Malvinas y Puerto Rico, entre otras; poniendo de relieve su firme compromiso con la paz y la seguridad internacionales, el desarrollo, la cooperación solidaria y la promoción de los derechos humanos. A través de la Celac no sólo se consolida el sueño del Libertador, Simón Bolívar, de una América unida, sino que también se reafirman los principios históricos del Derecho Internacional latinoamericano de autodeterminación, inviolabilidad territorial y no intervención, que han quedado consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.

América Latina y el Caribe aún enfrentan importantes desafíos, pero la fortaleza de sus instituciones y el compromiso de sus líderes y sus pueblos por avanzar hacia una integración justa, solidaria y autónoma, son su mejor herramienta.

En este contexto, América Latina y el Caribe se destaca por ser una región con clara vocación pacifista, donde en las últimas dos décadas se ha registrado de manera sostenida, avances fehacientes en el ámbito de la paz y seguridad. En tal sentido, nuestros países en conjunto registran el más bajo índice de gasto militar a nivel mundial; respaldamos firmemente los objetivos a favor del desarme y la no proliferación de armas de destrucción masiva, e integramos la primera Zona Libre de Armas Nucleares que se estableció en una región habitada del planeta en 1967, el Tratado de Tlatelolco; y sumamos nuestro apoyo a los principios contenidos en la Declaración sobre Suramérica como Zona de Paz, impulsada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Declaración de Zona de Paz proclamada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en enero de 2014.

Esta experiencia fundamentada en el respeto a la soberanía, el rechazo al intervencionismo, y en un compromiso irrestricto con la paz, la seguridad y el Derecho Internacionales, coadyuvan a fortalecer nuestra cooperación con otras organizaciones regionales en África y el Medio Oriente, entre otros.

Queremos resaltar la importancia de la cooperación entre las distintas organizaciones regionales, sobre todo en apoyo a aquellas regiones azotadas por el terrorismo y la violencia de la guerra. Tal vez nuestra experiencia como Zona de Paz pueda contribuir en este preciado aspecto al resto de los países hermanos del mundo.

 MPPRE

 

Hacer un comentario.




Los comentarios expresados en esta página sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Este sitio no se hace responsable por los mismos y se reserva el derecho de publicación. Aquellos comentarios que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto y/o que atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, este sitio se reservará el derecho de su publicación. Recuerde ser breve y conciso en sus planteamientos. Si quiere expresar alguna queja, denuncia, solicitud de ayuda u otro tema de índole general por favor envíe un correo a contacto@psuv.org.ve