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12.Sep.2016 / 09:17 am / Haga un comentario

Foto: Misión Verdad

Foto: Misión Verdad

No lo decimos nosotros, sino la parrilla de sus medios digitales más influyentes: la «movilización nacional» de la MUD del 7 de septiembre no cumplió los objetivos políticos planteados el 1 de este mes. Fuera de cualquier intento de subestimación, fracasaron en su primer y segundo round a la luz de lo proyectado por ellos mismos.

Muestra de ello es cómo su agenda mediática nacional se desplazó velozmente hacia la supuesta persecución de «bandas armadas» del chavismo a Henrique Capriles en Nueva Esparta -intoxicando en torno a la Cumbre MNOAL- y a la tángana entre María Corina Machado y miembros de la MUD, pasando por debajo de la mesa las declaraciones de los principales actores de la dirigencia opositora sobre las exigencias del revocatorio.

Una clásica maniobra de desvío de atención para desenfocar lo que no logró conquistar la movilización y la evidente poca afluencia que tuvo en la mayoría del territorio nacional. Sacarla del aire al 7 de septiembre hasta un nuevo intento.

Este cóctel de circunstancias y escenarios desfavorables en lo inmediato, a lo que se le suma la desactivación del frente armado del golpe, dejan a la MUD en una actitud defensiva a lo interno, con dificultades de redirigir el conflicto a su favor.

Esa debilidad manifiesta e ineficacia operativa obliga a sus amos a salir al rescate, en este caso, representados por el mediocre vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Sin embargo las declaraciones del vicepresidente, más allá de la maniobra injerencista en asuntos venezolanos, esconden un objetivo superior en lo inmediato.

  • Elevar el perfil internacional de la MUD a contrarreloj de la cumbre del Movimiento de No Alineados en Margarita, donde Venezuela asumirá la presidencia el próximo 15 de septiembre. Es la Casa Blanca intentando restarle impacto a esa indudable victoria geopolítica del chavismo, que sin lugar a dudas tiene implicaciones desfavorables para ellos en el conflicto local.
  • Reavivar la cobertura del revocatorio en el plano internacional, buscando que los países anexados a la órbita de influencia de Washington se cartelicen -nuevamente y con mayor fuerza- en ejercer presiones contra el Gobierno Bolivariano, en apoyo a sus operadores locales.
  • Deslegitimar, bajo el mantra de «la represión», la desactivación de planes violentos de la ultra por parte del Gobierno Bolivariano y las fuerzas de seguridad del Estado, intentando ubicar a las instituciones venezolanas por fuera de la legislación internacional. Alienta, por elevación, que esos planes se ejecuten para luego protegerlos con la investidura de la Casa Blanca.
  • Desacreditar internacionalmente al Consejo Nacional Electoral y sus decisiones apegadas a la Constitución, estableciendo de facto que de no cumplirse el capricho del revocatorio en 2016, el país estaría fuera de los manipulados cánones democráticos de Estados Unidos, lo que posibilitaría acciones más agresivas en el mediano plazo. Biden también pisa el peligroso terreno de inflar falsas expectativas sobre el revocatorio.

Pero, ¿quién es Joe Biden? ¿Desde dónde declaró? ¿Qué intereses representa? Empecemos por sus contradicciones.

Contradicción 1

En el foro de la Comunidad Andina de Fomento (CAF), Joe Biden declaró que cooperaría con el nuevo gobierno de Michel Temer; le dio el espaldarazo y reconocimiento internacional a nombre de la administración Obama.

Temer asumió el gobierno de Brasil luego de un golpe parlamentario y recae sobre sus hombros una causa por corrupción. Pero a la Casa Blanca poco le importa eso, como tampoco las leyes internacionales o la Constitución venezolana y/o brasileña. Su apoyo directo al golpe en Brasil lo demuestra.

Contradicción 2

Joe Biden comentó que «la represión» del Gobierno venezolano viola estándares regionales.

En Estados Unidos, país donde él representa la segunda máxima autoridad,nada más en 2015 fueron asesinados 1 mil 134 ciudadanos negros a manos de efectivos policiales, sólo por ser negros. 1 de cada 65 jóvenes negros mueren a manos de las fuerzas policiales. La matanza de negros es una política de Estado del gobierno que representa Biden.

Eso no viola ningún estándar regional porque sería suponer que los negros en Estados Unidos tienen derechos humanos.

Empleado de Chevron

Joe Biden es un saboteador de la política exterior chavista. Sus declaraciones no son más que una extensión de lo que continuamente ha venido haciendo.

Una nota publicada con anterioridad por Misión Verdad sobre Joe Biden describe su papel como un aliado a los intereses petroleros de Chevron, la misma corporación que hizo lobby y entregó los dólares para que se sancionaran a funcionarios venezolanos desde el Congreso de los Estados Unidos.

El míster está encargado de montar cumbres paralelas a Petrocaribe, conocidas como de «Seguridad Energética», para afectar los consensos políticos y diplomáticos de Venezuela en la región centroamericana, buscando ablandar países con contratos desventajosos para forzarlos a quitarle su apoyo a Venezuela en espacios como la OEA.

Todo lo que hace Biden va en consonancia con los intereses petroleros de la corporación Chevron.

Pero si algo queda demostrado luego de tres años de guerra contra el chavismo es que declaraciones y ruedas de prensa, sean de quienes sean, no empreñan ni consagran objetivos.

Misión Verdad

 

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