Opinión / Antonia Muñoz

20.Jul.2016 / 02:52 pm / Haga un comentario

Durante la campaña presidencial de 1998, todas las encuestas nacionales y regionales señalaban que en Venezuela  la INSEGURIDAD y el DESEMPLEO eran los dos problemas más acuciantes. Adicionalmente, la mayoría de los análisis políticos de esos años señalaban a la POBREZA en la cual estaba sumido el país, como una de las causas de la INSEGURIDAD. Sin embargo, el paso del tiempo demostró que esa  era  sólo parte la verdad. Como sabemos, nuestro Gobierno Bolivariano puso gran  énfasis en el área social hasta llegar a invertir en ese sector entre 61 y 63 % del ingreso anual del país para enfrentar la pobreza. Sin embargo, tenemos la hipótesis que con la innegable atención al área social; también se estaba apuntando contra la inseguridad, porque  se partió de la premisa que la pobreza material en la cual el Presidente Chávez encontró sumida a un amplio porcentaje de la población del país era el origen del alto nivel de inseguridad. De  haber existido una directa relación causa- efecto, la inseguridad debía haber disminuido en la medida que lo hacía la pobreza.

Como la memoria  de algunas y algunos venezolanos es frágil y muy breve, nos permitimos repasar una vez más la evolución de la  pobreza entre 1998 y 2012, ya que las dificultades que hemos tenido entre 2013 y 2016, por ser muy  recientes y presentes, se recuerdan tanto que hacen negar  los logros no  muy lejanos obtenidos entre 1999 y 2012. En unos 13 años, la POBREZA GENERAL medida por LÍNEA DE INGRESO FAMILIAR, pasó de 49 % en 1998, a 27,4 % en 2011. La POBREZA EXTREMA disminuyó de 21% a 7.3 % en el mismo período. En ese mismo lapso el DESEMPLEO también descendió de 16 a  6%. Sin embargo, la inseguridad no descendió en la misma medida que lo hicieron los  indicadores en comento. Los resultados sugieren  que  los niveles de inseguridad que recibimos de la cuarta república, se debían a otros factores adicionales a la pobreza.  Probablemente debimos considerar la progresiva pérdida de valores de la sociedad, comenzando por la familia como núcleo básico de la misma, el incremento en el consumo de alcohol y micro tráfico de drogas, la inmigración indiscriminada, la corrupción dentro de los cuerpos de seguridad del Estado y  la impunidad de los delitos… y quien sabe cuantos factores más. Entonces, no se trata  que desde el Gobierno Bolivariano no se haya enfrentado el problema de inseguridad desde lo estructural, sino que aparentemente partimos de  premisas falsas.  ¡Que nadie se ofenda. Sólo es una hipótesis a considerar!

Poco días después del Presidente Chávez ser reelecto, el 7 oct de 2012, reapareció su dolencia. Los enemigos políticos e ideológicos de la Revolución Bolivariana consideraron que era el mejor momento de arreciar  la ofensiva. Este ataque recrudeció después del fallecimiento de nuestro amado Presidente Chávez el 5 de marzo de 2013, y mucho más después del triunfo del Presidente Nicolás Maduro el 14 de abril de 2013. Adicionalmente,  la caída de los precios del barril de petróleo, fue una coyuntura aprovechada por la MUD para desestabilizar económicamente a Venezuela tomando ventaja de nuestra condición de país en buena parte dependiente de las importaciones. La estrategia fue golpear el estómago y el bolsillo de las y los venezolanos. Todo se inició con el acaparamiento de productos de consumo masivo  para  inducir escasez que produce angustia y rabia, lo que permite poca resistencia de la gente al posterior aumento de precio, el cual aceptan, incluso hasta con resignación, bajo el argumento de “ está caro pero aunque sea se encuentra”. Detrás de todo este plan de la derecha aparecieron los bachaqueros y arreció el contrabando de extracción, que siempre ha existido y ante el cual hay una permisividad cómplice. Igual ha pasado con el “bachaqueo” que ha crecido y extendido profusamente como la mala hierba.  Esta estrategia catapultó la inflación y ha ido vaciando el bolsillo de las y los venezolanos.

¿Por qué hoy 21 de julio de 2016 estoy “machacando” cosas que todo el mundo sabe? Simplemente porque de cara a las nuevas decisiones económica, entre ellas  la creación de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, como dolientes de la Revolución Bolivariana queremos implorarles a quienes están en posición de mando, que por amor a Cristo no partan de premisas falsas. Ofrecemos disculpas por la falta de modestia, pero los párrafos anteriores les indican que reconocemos la guerra económica,  y en este sentido les informamos a las autoridades gubernamentales  que entre el 2013 y el 2015  escribimos 33 (treinta y tres) artículos donde pedagógicamente informamos, analizamos y damos sugerencias sobre el tema. Además dedicamos 10 meses del  2015  a dar charlas sobre lo mismo, porque tratamos de imprimirle la pedagogía que siempre debe acompañar a la política. Por todo lo aquí expresado, nos atrevemos a decirles que por lo menos 50% del problema económico del país se debe a la CORRUPCIÓN en todas sus manifestaciones, una de ellas la ineficiencia; ésta debida a falta de conocimiento, falta de compromiso con la Patria, pero sobre todo, a falta de SEGUIMIENTO Y CONTROL. Si quieren me pueden descalificar como “escribidora o crítica de oficio,” como recientemente lo hiciera un pichón de corrupto. Sin embargo, como dicen coloquialmente los jóvenes: de pana que exaspera la sordera y ceguera de algunos y el “cara durismo” de otros. ¡CHÁVEZ VIVE. LA LUCHA POR LA PATRIA SIGUE!

Guanare, miércoles 19 de julio de 2016.

 

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