Opinión / Antonia Muñoz

3.Sep.2014 / 03:45 pm / 2 Comentarios

Por lo general, los seres humanos no somos objetivos ya que siempre inclinamos o sesgamos nuestras opiniones hacia donde está nuestro corazón o están nuestros intereses. Sin embargo, cuando de intereses políticos se trata, la objetividad pareciera llegar al mínimo. Es muy difícil oírle a un bando decir algo positivo del otro. Es casi imposible oírle a la oposición venezolana reconocer algún logro de la Revolución Bolivariana. Al decir del pueblo: “Nadie quiere ver ojos bonitos en cara ajena”. Nada de lo que haga el gobierno bolivariano de Venezuela para tratar de controlar la escasez o el desabastecimiento o disminuir la inflación, será visto con buenos ojos por la oposición, ya que su interés político es desestabilizar la economía; ya que así ellos pescan en río revuelto. De tal manera que el contrabando de extracción, el bachaqueo interno y externo; así como las colas que irritan a la gente son buenas noticias para la oposición.

Con respecto a las medidas que se están tomando en la frontera para minimizar el contrabando de extracción de bienes de consumo masivo, lo único que uno puede lamentar es que tales medidas no se hayan implementado antes. Todos sabemos que el contrabando de gasolina hacia los países vecinos, debido a los precios subsidiados o casi simbólicos de nuestra gasolina en relación al costo de este combustible en el resto del mundo, siempre ha sido un gran negocio para un puñado de vivarachos que siempre logran que los pongan donde hay. Adicionalmente, ahora el contrabando se hace un negocio mucho más lucrativo y atractivo debido a que el diferencial cambiario favorece a nuestros vecinos.

En relación a la insistencia de la oposición en presentar como remedio la eliminación del control de cambio, ese es un vermífugo amargo que se receta sólo a los enemigos políticos para matar dos pájaros con una sola piedra: 1. Producir una estampida de dólares fuera del país, y 2. Obtener aún mayor ganancia con la venta de los bienes de consumos sacados a través del contrabando. Así que las medidas en contra del contrabando de extracción se deben ir evaluando y ajustando para corregir lo que deba ser corregido, pero nunca pensar en eliminarlas por críticas infundadas, por muy insistentes que éstas sean. Lo anterior no significa volverse prepotente y sordos ante críticas razonadas. Ante las críticas, vengan de donde vengan, siempre debemos plantearnos y analizar la posibilidad de que el sector o individualidad que la haga tenga razón. Es frustrante y decepcionante para las y los ciudadanos percatarse que los gobernantes tengan los oídos taponados de cerumen. Ciertamente, nadie se las sabe todas.

Otra manipulación inaceptable, es el estribillo que carga la derecha conspiradora, en relación a que es violatorio de los derechos humanos, y además humillante, implementar un Sistema de Control Biométrico. Por supuesto que todo lo anterior lo envenenan equiparando este sistema con el coco de las tarjetas de racionamiento de Cuba. Basta preguntarse, ¿Para qué sirve el control biométrico? Simplemente para saber quiénes son los tramposos “compradores compulsivos”, que decidieron que hacer colas para adquirir productos subsidiados o regulados puede ser un trabajo que deja buenos ganancias. Quienes han caído en esta práctica pueden argumentar las razones que quieran, pero es una conducta individualista y egoísta que contribuye a desquiciar la economía del país, porque genera desabastecimiento, inflación, e indudablemente genera descontento en la población. Por eso a la oposición le conviene que no se puedan controlar a “los coleros profesionales” porque ellos contribuyen con la escasez de productos de consumo masivo. Adicionalmente, aunque todos entendemos que el país debe producir más bienes de consumo, que nadie venga con el cuento que con solo producir más desaparecerá el problema del las colas y el contrabando. Si persiste la fuga o desaguadero de bienes de consumo, nunca habrá suficiente para cubrir la demanda de la población venezolana, por mucho que se produzca y por mucho que se importe.

El colmo del saboteo es que los negocios, sean públicos o privados, también contribuyan a la irritación de la población, que se ve forzada a sembrarse en una cola hasta para pagar lo adquirido. ¿Cómo se explica que muchos supermercados o negocios de otra naturaleza mantengan 50 % de las cajas sin funcionar? Y por supuesto la respuesta manipuladora preparada: la ley del trabajo ocasiona el problema porque obliga que todos las y los trabajadores tengan dos días consecutivos libres cada semana. ¡Qué plaguita tan brava esta derecha fascista! Todo esto lo venceremos con eficiencia, conciencia y querencia por la Patria de Bolívar y Chávez! CHÁVEZ VIVE. LA LUCHA POR LA PATRIA SIGUE.

Caracas, miércoles, 3 de septiembre de 2014.

 

Comentarios

7.Sep.2014 09:07 am
JOSEFINA (Carabobo) dijo:

EXCELENTE COMENTARIO!!! DESMONTAR CON ARGUMENTO EFECIENTE A ESTA DERECHA, DESQUISIADA.

9.Sep.2014 11:05 am
hector jose mata cermeño (Anzoátegui) dijo:

Los revolucionarios y revolucionaria debemos convertinos en la mayor eficiencia posible por eso el comentario de la dirigente la negra muñoz es la mayor suma de fortalecimiento de capacidad que un militante debe ser cada dia es por eso que esta derecha no va descansar hasta vernos caer por eso que debemos estar firme y con la mayor conciencia posible y con la mayor organizacion verdadera. chavez vive, lucha sigue.

 

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