Opinión / Antonia Muñoz

23.Jun.2011 / 12:11 pm / 11 Comentarios

Si mi memoria no me traiciona, el título de las reflexiones de hoy son palabras de Pío XII. En otras oportunidades he aludido a esta misma cita; no porque sea de un Papa, sino porque la comparto.

Siempre analizamos el problema carcelario desde la óptica simplista de que todo el que está preso se lo tiene bien merecido porque algo hizo. Todos hemos oído y hasta pronunciado la siguiente sentencia condenatoria: «por algo está preso o presa».

Los seres humanos somos unos jueces muy severos con los demás. Nunca nos ponemos en el zapato de nadie y se nos olvida que “uno no sabe para dónde va hasta que no llega”.

En lo personal, nunca pensé que llegaría a estar presa porque soy una persona de paz. En la estructuración del  carácter que Dios me dio como don o equipaje y que mis padres, abuelos y maestros y maestras  moldearon con cariño, buen ejemplo, reprensión y corrección a tiempo, existe una fuerte inclinación a procurar amistades a través  de la facilidad de la palabra con que también  me dotó el Creador.

Por eso desde muy niña fui muy buena conversadora y muy amigable; con una particularidad que prefería como interlocutores personas adultas que podían ser mis padres o abuelos.

Me califico como una persona de paz y profundamente respetuosa del  prójimo, porque nunca me agarré a golpes o insultos con nadie en la escuela, en el vecindario donde me crié o en los sitios donde me ha tocado laborar.

Sin embargo, desde la escuela primaria, a partir de cuarto grado, siempre me identifiqué con el más débil o con quien consideraba que estaba siendo humillado o tratado injustamente.  Por esta razón, en julio de 1997 me vi involucrada en la ocupación de la finca La Productora.

Aunque yo estaba afuera llamando a la Fiscal de la época y a cuanta autoridad yo creía que podía ayudar a evitar que se produjera un indeseado enfrentamiento, quienes me odian política y personalmente desde esa época, aprovecharon las circunstancias, y “las apariencias que a veces engañan”, para detenerme y agregar a mi experiencia de vida una cortísima pasantía por la cárcel”.

Puedo asegurarles que estaba y estoy con la causa campesina por su derecho a condiciones de vida digna, por el derecho a la tierra, por mejor distribución de las riquezas. Sin embargo, también puedo jurarles que nunca  incité  a invadir, porque aunque las invasiones son  consecuencia del egoísmo y  la violencia de los terrófagos, estoy convencida que violencia no se combate con violencia.

Todo este cuento tan largo, es para que entiendan porque no comparto la especie de que de  todo el que cae preso cometió un delito o  tiene bien merecida la cárcel.

A pesar de todo lo anterior, reconozco que muchos ciudadanos y ciudadanas que están en la cárcel han cometido actos que constituyen delito, y que muchas  veces algunas de estas personas se convierten en una amenaza para la gente y que deben ser recluidos para proteger a la sociedad de tales infractores.

Sin embargo, como las cárceles se hicieron para redimir y no para reprimir; se hace necesario que en cada una haya un servicio de atención a las necesidades materiales más elementales del ser humano, como son el espacio físico mínimo en condiciones de salubridad aceptable, los servicios elementales, la alimentación y la atención de la salud física.

Adicionalmente, es absolutamente necesaria la atención a la salud mental y espiritual porque muchas personas que delinquen pueden ser personas marcadas psicológica y hasta psiquiátricamente por las experiencias que les tocó vivir desde su nacimiento y durante su crianza.

¿Acaso conocemos cuántos tormentos, carencias,  penurias y desamor sufrieron durante su niñez muchos de las y los privados de libertad  que hoy están apretujados en nuestras cárceles? ¿Acaso sabemos cuántos psicópatas y sociópatas tenemos en nuestras cárceles? En algunos casos sí, en otros casos no.

Por eso, en cada cárcel es mandatorio que exista o asista con regularidad un equipo conformado por criminólogos, psicólogos, psiquiatras, terapeutas para orientar en los talleres laborales y todos los  etcéteras que los especialistas en la materia puedan considerar necesarios.

Todo esto ayudaría a clasificar y atender a la población penal de acuerdo a su salud mental, emocional y espiritual, y también de acuerdo a su peligrosidad, para que cumplamos el deber cristiano que nos manda a “acordarnos de los presos, como si estuviéramos presos juntamente con ellos…(Hebreos 13:3).

A mediado de la década de los 90 me uní a  un grupo de evangélicos, liderados por el médico psiquiatra y gran amigo Telésforo Cabrera, que le prestaban apoyo espiritual a las mujeres del anexo femenino del Cepella.

Nunca olvidaré que una de las pequeñas cosas que nos solicitaron fueron unas  cortinas de baño para que el hacer sus necesidades fisiológicas dejara de ser un acto público. También nos solicitaban artículos de aseo personal, porque además de ser pobres, algunas eran de lejos, por lo tanto, pocas veces recibían visita.

Esta mañana Ernesto Villegas preguntaba a sus dos entrevistados si los delincuentes nacían o se hacían ¡Por supuesto que se hacen! Recuerdo que a finales de la década del 60 leí un artículo que reportaba el supuesto descubrimiento de genes ligados a la criminalidad.

Confieso que no le hice seguimiento al asunto, pero no me he topado con ningún estudio científico que  avale tal planteamiento. Lo cierto es que la sociedad física y espiritualmente enferma es responsable en buena medida de la criminalidad.

Por lo tanto, podemos concluir que la gran mayoría de los privados de libertad se pueden redimir y hacia allá deben apuntar las medidas correctivas. Sin embargo, nada de eso surtirá efecto a nivel macro si continúan los retardos procesales que mantienen innecesariamente una abultada población penal.

No habrá redención si se permite impunemente que a las cárceles entren arsenales de armas. Las cárceles servirán sólo para envilecer a los internos si se  tolera que en su interior éstos padezcan los abusos hartos conocidos por todos.

Por ahora nadie puede negar el gran esfuerzo que ha hecho el Gobierno Bolivariano  para atacar preventivamente y desde sus raíces, la pobreza y la desigualdad, generadoras ambas de resentimiento social, y por ende, de delincuencia.

No es poca cosa destinar 62% de la inversión total de 12 años al área social (educación, salud, alimentación, prestaciones, seguro social,  servicios públicos, etc). Nuestros adversarios de la cuarta República nunca destinaron más de 36% a este mismo concepto.

Sin embargo, mi humildísima opinión es que debemos ser muchísimo más severos en el combate de la corrupción en ciertas instancias, la cual es responsable de la impunidad de muchos delitos.

No está mal que recordemos algunas lecciones que nos dejó Simón Bolívar: «la corrupción de los pueblos nace de la indulgencia de los Tribunales y de la impunidad de los delitos. Mirad que sin fuerza no hay virtud y sin virtud perece la República» (Discurso ante la Convención de Ocaña 29 de febrero de 1828), complementada con: «la impunidad de los delitos hace que éstos se cometan con más frecuencia, y al fin, llega el caso que el castigo no basta para reprimirlos» (Carta al general Salom, 15 de enero de 1824).

¡Hay que rectificar, jamás devolverse! ¡Nosotros venceremos!

 

Comentarios

26.Jun.2011 11:47 pm
Magdalena Meléndez (Lara) dijo:

En mi concepto digo! Preso, quien se compone allí, todo lo contrario sale en peores condiciones, precisamente porque la concepción de la cárcel existente no redime a nadie! Los esfuerzos han sido muchos de este gobierno en los que respecta a mejores estadios, se ha incorporado mejor salud, alimentación, las misiones, y otras muchas más. Lo planteado por usted es cierto, en este tiempo gracias a Dios y el Gobierno Revolucionario de Hugo Rafael Chávez Frías, los sectores populares sostenemos muchas oportunidades en salud, y tantas. Pero tiempos atras no, cuando!. Un niño te salía con deficiencia en salud mental, y no tenías como atenderlo, no había quien te asistiera con un medicamento, era muy dificil. Así nos encontramos con muchos jovenes en las carceles que nunca supieron quien era su madre o la conocieron allí. Imaginemonos esos niños-niñas sin nadie, quien les albergara, que podíamos esperar de ellos-ellas, que estuvieran en contra del mundo que les circundara.

26.Jun.2011 11:59 pm
Magdalena Meléndez (Lara) dijo:

En mi opinión más que carceles, se hace necesario que les pongamos oficios, que tengan que hacer, que les tomemos en cuenta, sentir, ponernos en su zapato, les demos amor. En el caso nuestro venimos paliando ciertas situaciones a través de las asambleas comunitarias y al llegar trabajos en los sectores los incorporamos al trabajo, los tomamos en cuenta. En algunos casos hasta nos dicen, «…este gobierno ha permitido que podamos llevar a nuestras casas algo comprado con nuestro trabajo y no robando como antes lo haciamos…» Reconocemos por supuesto que hay casos de casos, pero sin embargo pueden atenderse con paciencia, y teniendo mucho pero mucho amor en el alma por mí hermano o hermana! La droga esta socabando nuestra sociedad joven!

27.Jun.2011 09:41 am
JESUS PALACIOS (Monagas) dijo:

REALMENTE DE ACUERDO CON LA COMPATRIOTA, MUY CIERTO SU DICERTACION EN LA OPINION SOBRE LAS CARCELES Y LOS SERES HUMANO….

27.Jun.2011 07:04 pm
jorge p (Distrito Capital) dijo:

las carceles son centros de reabilitacion, no son centros de mafias que quieran enriqueserce con los mas pobres reprimiendoles y esclavisandoles.
no debemos permitir que el delincuente entre a delinquir y tomar la las prisiones reprimiendo a los presos mas debiles cobrandole cuotas extrajudiciales y sometiendolo a la esclavitud.
es el estado quien tiene que controlar las carceles no los presos.
por lo tanto pa lante general motta y misnistro aalsami.

28.Jun.2011 03:37 pm
larry silva (Bolivar) dijo:

Ojala! esta accion de estos reo, puedan crear conciencia a los funcionarios que vuelvan a dirigir estos centros; porque se lamenta, la perdidas de estos funcionarios que murieron, al frentes de estos anti sociales, deberia haber un rotamiento de todos los personales de estos centro penitenciario, empezando por vista el hermosa.

29.Jun.2011 03:15 pm
Edgardo Barroeta (Guárico) dijo:

Hace ya algunos años 20 o 22 aproximadamente el entonces gobernador de Aragua Carlos Tablante se le ocurrió la idea de sacar a los !PRESOS! de la carcel de ALAYON para que barrieran la Av. Constitución estos estaban uniformados con unas bragas anaranjadas identificados con un serial y unas cadenas en sus tobillos lo suficientemente holgada para caminar pero corta para poder correr. Las criticas no se hicieron esperar por parte de la comunidad que defiende los derechos humanos lo cierto fue que el gobernador tuvo que pedir disculpas en publico por humillar a estos privados de libertad. Les recuerdo estos episodios del pasado para que vean que nadie esta conforme con lo que se hace. El ocio es la principal causa de que estas personas no valoren nada, ni la vida de sus compañeros, ni sus pertenencias.
Yo pienso que se deben poner a trabajar para que aprendan a valorar sus propios esfuerzo como individuo.

29.Jun.2011 04:46 pm
Rodriemer Pérez (Estados Unidos) dijo:

Profe (como cariñosamente le decimos quienes la aprecian y la conocen) me es muy grato leer estas líneas de profunda reflexión. Espero que con sus experiencias y conocimientos en educación pueda aportar a la humanización de las cárceles para que los privados de libertad puedan ser mujeres y hombres de bien, así como también aportar en los planes y programas para la prevención del delito.

Es muy delicado el problema de seguridad que vive nuestro país. Pero ahora que me encuentro lejos puedo decir y hasta citar a un amigo venezolano que vive en estas tierras hostiles, que dice «inseguridad y delincuencia es lo mismo en inglés que es español Acá en el imperio también hay inseguridad…y bastante!!»

Desde la ciudad de San Francisco,le mando mis más sinceros saludos y aprecios, de esta portugueseña que la respeta y la admira.

Rodriemer Pérez

4.Jul.2011 04:28 am
manuel alberto mendez mejias (Lara) dijo:

Saludos profesora,ahora que se creó un ministerio para esta materia,estaría ud dispuesta a asumir esa responsabilidad ? Si así fuera estoy a la orden para colaborar con ud ad-honoren,por lo relatado y esa calidad de persona que ud lleva por dentro creo que se podría transformar el sistema penitenciario Venezolano.

17.Jul.2011 12:50 pm
Irene Vargas (Aragua) dijo:

Estimada compañera, me es grato sentír el fervor y el corage de sus palabras ese sentimiento por esos seres mas que sentenciados por un tribunal llegado el caso- sentenciados por una sociedad excluyente y discriminatoria cuyo fin no es más que dar un aporte a esta lucha incansable que tiene el Gobierno Bolivariano para lograr el objetivo mas grande «la humanización de los recintos carcelarios». Al igual que usted pienso que el problema radica en el sentimiento hóstil y perecedero, en circunstancias impredecibles que se presentan en la vida, duros tropiezos que obligan a vivir momentos inesperados o talvez predestinados para muchos. La clave estaría que al llegar allá por x circunstancias exista la posibilidad de un mejor camino una esperanza de vida y que cuando salga de esas cuatro paredes pueda insertarce a una sociedad incluyente no discriminatoria que deje al tribunal allá y se dedique a proporcionar al ex privado de libertad la oportunidad de incorporarse sin la etiqueta…

17.Jul.2011 03:59 pm
samuel (Carabobo) dijo:

…siempre he sido su mas ferviente compatriota y fan, un gran saludo afrodescendiente, antiimperialista, patriotico y revulucionario, desde la octava estrella de guayana, para la profesora ANTONIA MUÑOZ,,,,,,,,,,,que dios me la bendiga i al igual que a nuestro presidente le de larga vida…..seres como uds son imprescindibles………

29.Jul.2015 07:46 pm
victor (Panamá) dijo:

Totalmente de acuerdo con usted señora, soy un padre de familia con la experiencia del presidio, y sí, sí es cierto que no todos los privados de libertad son incorregibles, yo mismo me corregí, porque entendí que la prisión no era para mí, solo me basto un rato entre las rejas, y decidí no volver jamas
aunque había sido un niño de la calle, y había crecido a la brava, en mi interior amaba la justicia, pero no lo sabia, siempre miraba el mar, y no comprendía que lo admiraba,solo quiero decir, que no hace falta una gran condena, por algún delito cometido, para arrepentirse, y valorar la libertad, y todo lo que conlleva. Si te has de regenerar, lo harás, solo bastará… un rato.

 

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