Opinión / Antonia Muñoz

29.Jul.2015 / 02:44 pm / Haga un comentario

La semana pasada afirmamos, porque estamos convencidos de ello, que por lo general hacemos las cosas en la forma y dirección incorrecta. También señalamos que GASTAR no es lo mismo que INVERTIR. Para que las inversiones produzcan los resultados esperados, es necesario tener un plan coherente y que sea conocido, comprendido y ojalá aceptado por todos los organismos e individuos involucrados. Así como a nadie se le ocurriría desarrollar una ruta turística, invitando a los huéspedes antes de tener lista la posada u hotel donde serán albergados y atendidos. Igualmente, antes de asignar animales rumiantes (Bovinos, bufalinos, ovinos o caprinos) a cualquier predio con la intención de producir carne o leche, es condición indispensable asegurarse que la explotación pequeña, mediana o grande tenga establecido suficiente forraje o tenga un plan viable para alimentar a dichos animales los 12 meses del año. Sin embargo, tener pasto establecido no es suficiente; se necesita tener el área de pastoreo dividida en suficientes potreros que permitan manejar adecuadamente los pastos, en término de descanso de las plantas para su recuperación después de un corte o pastoreo. En este manejo, también debe pensarse en la nutrición del animal, de manera que el pasto sea consumido a una edad que contenga adecuada cantidad de nutrientes.

Ojalá no sigamos descubriendo todos los años que en Venezuela ocurre 5 y hasta 6 meses de sequía. Siempre ha sido así; y lo más grave de todo, es que en verano, el ganado requiere la misma cantidad de nutrientes que en la época lluviosa, y de paso, bebe más agua. En los países donde los pastizales se cubren de nieve durante el invierno, los ganaderos llenan sus graneros o establos de heno (pasto deshidratado) y sus silos lo llenan de silaje (forraje fermentado) de maíz o sorgo, principalmente. En Venezuela sabemos eso, pero muy pocos ganaderos se preparan para el verano. Para ser eficientes produciendo carne y leche, tenemos que: planificar con base a la realidad, capacitar y concientizar a los ganaderos, disponer de equipo de extensión que acompañen, ofrezcan asesoramiento técnico y socio-político a los productores, y de paso, hagan el seguimiento y control a los planes que queremos instaurar; lo cual incluye seguimiento a los créditos para que no sean desviados, para que no caigan en saco roto y para que ayuden a mejorar la vida de los productores, a la vez que éstos producen alimentos para el país. El Proyecto Integral de Desarrollo Lechero (PIDEL), convenio firmado por el MPPAT a mediados del 2013, está organizando y capacitando a los pequeños y medianos ganaderos, pero su cobertura debe ser mayor.

Muchos tienen la creencia que la principal limitante de la ganadería en Venezuela es la genética de nuestros rebaños; y tal vez esta es la razón por lo que muchos planes de impulso a la ganadería comienzan con mejoramiento del rebaño a través de inseminación artificial, o a través de monta controlada usando toros de alguna raza seleccionada. También es común la importación de vacas lecheras para mejorar rebaños.. Esto puede ser una buena idea, pero si se hace en el momento y en las condiciones adecuadas. En nuestra opinión, la mayor limitante de la ganadería venezolana es la DEFICIENTE ALIMENTACIÓN de los rebaños durante los meses lluviosos, lo cual llega a límites extremos durante el verano, por la imprevisión y la negligencia de no prepararnos para esa época de escasa o nula precipitación.

A continuación, algunas reglas de oro que si las cumplimos estaremos caminando hacia la eficiencia del proceso productivo con rumiantes: 1. Los forrajes, especialmente los pertenecientes a las familias de las gramíneas y de las leguminosas, son el alimento más barato para producir carne y leche. 2. Los rumiantes son los animales más eficientes en relación a digerir los forrajes y aprovechar los nutrientes que contienen, ya que en el rumen de estos animales viven bacterias que tienen la capacidad de ayudar en la degradación de las fibras que esos forrajes contienen. 3. Los suelos de mayor calidad están reservados para los cultivos como maíz, arroz, caña, soya, algodón; caraota, frijol; que son plantas más exigentes en nutrientes; por lo tanto, los pastos se deben sembrar en los suelos más infértiles. En consecuencia, por lo general los pastos poseen bajos contenidos de minerales en sus tejidos. Esa es la elemental razón por la cual los rumiantes criados a pastoreo deben suplementarse con mezcla mineral de calidad; sobre todo si son animales en crecimiento, en gestación o en lactancia. En verano, la suplementación es aún más necesaria. ¡EFICIENCIA O NADA.CHÁVEZ VIVE. LA LUCHA POR LA PATRIA SIGUE!

Guanare, lunes 27 de julio de 2015.

 

 

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