Carola Chávez

  • Chavistamente: Luces, selfies y likes

    Allí están, como cada día, sacándose un selfie con una biblioteca de fondo, siempre una biblioteca atrás, siempre un libro abierto sobre la mesa, junto un latte doble mocca artesanal. La ceja arqueada, característica de quienes elaboran ideas tan complejas que solo ellos entienden, un poco más, un poco más, ¡clic!. Lanzan al mar de […]

  • Chavistamente: Chucky Chacumbele

    Todos conocimos a un carajito malcriado que era dueño de la pelota y cuando el juego no le favorecía, o imponía reglas torcidas hechas a su medida, o se llevaba su pelota y se joden… Bueno, así, con la misma malcriadez actúa el antichavismo, pero, en lugar de llevarse la pelota, a estos demócratas libertarios, les da por destrozar este país que no se deja gobernar por ellos.

  • Chavistamente: El títere sin cabeza

    El títere se gastó. ¿Y cómo no iba a gastarse si jamás tuvo gracia, ni brillo, ni siquiera su torpeza sirvió para despertar algún sentimiento que no fuera de burla? ¿A qué clase de Geppetto retorcido se le ocurrió montar un show con un títere tan nefasto? Y lo montaron…

  • Chavistamente: La trampa de la huída

    Les dijeron que fueran, que eran bienvenidos, que los aceptarían sin visa, sin papeles, que olvidaran la apostilla, que reconocerían sus títulos universitarios, aunque fueran chimbos, que fueran en cambote, que los acogerían, que había una carpas de ACNUR cheverísimas, que de ahí al Paraíso Terrenal, que allá se gana un realero, que llueven Iphones, sushi, Nutella, que vengan… Vengan que la “diáspora venezolana”, que lo mire el mundo, que Venezuela se hunde, culpeMaduro y los venezolanos huyen a pie. Vengan hermanos descalzos, que aquí los vamos a recibir con la ayuda humanitaria, con Angelina Jolie. Vengan y lloremos, foto, foto, flash, flash…

  • Chavistamente: El pudor de quedarse

    El antichavismo es, en buena parte, el resultado de una minuciosa operación psicológica. Tomar a la clase media, usar en su contra su característico y frondoso ramillete de prejuicios, alimentando sus peores miedos, atizando el clasismo, el racismo, todos sus “ismos” y fobias. Sembrando en el suelo fértil de la presión social, -¿Tú como que eres chavista?- blandiendo el látigo de “el qué dirán”, arma infalible de adiestramiento grupal que pone a marchar, al son que le toquen, hasta al más pintado. Campana de Pavlov, cacerolazo; campana de Pavlov, marcha; campana de Pavlov, guarimba; campana de Pavlov, puputov; campana de Pavlov, vete del país, a Perú, que es arrechísmo; campana de Pavlov, desea con toda tu alma una invasión. 

  • Chavistamente: Indignación selectiva

    Después de correr crecido, irrigado por las cloacas de ese club de perritos llamado Comunidad Internacional, que hoy, por cierto, si lo han visto no se acuerdan; ese río artificial que fue Guaidog vuelve a ser el charquito turbio que siempre fue: la nada. 

  • Chavistamente: El son traicionero

    Ya traicionar es bastante malo, porque a los traidores no los quiere nadie, ya saben, si traiciona  una vez traicionará todas las veces; porque cuando alguien tiene precio siempre habrá quien lo pueda comprar. Ya es bastante horrendo tener que vivir con el desprecio y la desconfianza “de lado y lado”, pero hay quienes creen que pueden con eso, mientras los dejen nadar en el charquito de dinero que los compró. Ya traicionar es bastante malo, pero la traición nunca es tan degradante como cuando se traiciona al chavismo a favor de la oposición mayamero-cacerolera-Marco-Rubio-intervención-militar-gringa-ya.

  • Chavistamente: El ocaso de Alimaña

    Pobre Juanito Alimaña ¿Pobre?, bueno no, pobre no; gafo. Qué gafo Juanito Alimaña, que se creyó el cuento presidencial, que con ese ancho de nariz, con ese colorcito, se creyó que era como Leopoldo, del mismo linaje, o mejor, para él que es pitiyanqui, como Obama, y en fotos con filtros sepia imitaba las poses “carismáticas” de Barack, como recomendaron sus geniales asesores de imagen, mientras por la espaciosa cabecita de Fabiola cruzaba el alivio de no parecerse Michelle, o sea.

  • Chavistamente: El diario de la Kiki’s diary: ¿Vamos bien, o sea?

    23 de enero:

    ¡Libertad, libertad! O sea, por fin derrocamos a la dictadura, o sea, y tenemos Presidente (E), que quiere decir encargado, porque, aunque nadie lo eligió, Trump dijo que se encargara él, Juan, nuestro amigui manos blancas que mostró las nalgas libertarias hace años ¿se acuerdan?…

  • Chavistamente: Exposición de miserias

    El antichavismo necrófilo, encabezado hoy por Guaidog y los psicópatas de Voluntad Popular, le ha dado, otra vez y como siempre, por sumar muertes como victoriosos puntos a favor, así como lo hicieron en las guarimbas, cuando sumaban las muertes que ellos generaban en largas listas macabras que pintaban en las calles, donde yacían juntos los nombres de víctimas y victimarios, todos, claro, culpe Maduro; no del llamado a la violencia del sifrinaje golpista, no, sino a la terquedad del chavismo de no dejarse tumbar.