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El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, expresó hoy su confianza en que Colombia y Venezuela encuentren con rapidez el camino para reabrir sus fronteras en un ambiente de amistad y paz.
Los colombianos deportados pueden tener la seguridad de que la Unasur está haciendo todo lo posible porque se respeten sus derechos y se regularice su situación migratoria en el hermano país de Venezuela, puntualizó.
Confío en que el mejor camino es el diálogo y la negociación entre los dos Gobiernos, aclaró Samper, como se lo he hecho saber a los presidentes Nicolás Maduro (Venezuela) y Juan Manuel Santos (Colombia).
La Unasur espera con positivo interés los resultados del encuentro de las cancilleres Delcy Rodríguez y María Ángela Holguín, previsto para este miércoles en Cartagena de Indias, Colombia.
El pasado 24 de agosto las autoridades venezolanas entregaron a Colombia 791 indocumentados como parte de las medidas especiales de seguridad asumidas por el gobierno bolivariano en cinco municipios del suroccidental estado de Táchira.
De acuerdo con el gobernador de la entidad, José Gregorio Vielma, el traslado de los individuos desde esa zona fronteriza declarada en estado de excepción constitucional y su entrega al consulado general del vecino país ocurrió bajo el estricto respeto de los derechos humanos.
Las deportaciones acontecieron en el contexto de las disposiciones del ejecutivo venezolano para combatir el paramilitarismo y contrabando de extracción en zonas fronterizas con Colombia.
Tras un ataque contra una patrulla del Ejército bolivariano efectuado en Táchira el miércoles de la semana pasada, Venezuela decretó el cierre del paso por ese territorio desde y hacia la vecina nación.
Pero se habilitaron un corredor humanitario y unidades móviles para transportar a quienes voluntariamente deseen regresar a sus países de origen y permitir la entrada de individuos con condiciones especiales de salud.
Prensa Latina