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El 12 de marzo, a un mes de «La Salida» activar los resortes que enrumbaran hacia el «cambio de régimen» (a.k.a. golpe de Estado) contra el presidente Maduro, y tras disturbios en el sector La Isabelica, de Valencia, el estudiante de la Universidad de Carabobo, Johnny Ricca, fue herido de bala en ambas piernas y el glúteo izquierdo.
Ese 12 de marzo el desborde de violencia que se vivió en La Isabelica tuvo, como reseñó Misión Verdad en su momento, más falsos positivos mediáticos que reales: Charito Rojas por un lado y luego la redacción del vespertino Notitarde arrojaban la «noticia» de una niña muerta producto de la agresión armada de ese día. Por redes y medios afines, hablaron de colectivos, de la Policía Nacional Bolivariana, de la Guardia Nacional (sin concertar acuerdo alguno sobre cuál fue en realidad) en una «arremetida» (la fulana palabra de moda) contra los manifestantes pacíficos.
Lo que se debe recordar de ese día, además de la insólita operación mediática en la cual ascendían los muertos a tres, especificando únicamente la inexistente muerte de una niña inexistente en la escena, omitiendo que ese día, producto de las balas, muere primero un estudiante que no estaba involucrado en las acciones violentas y un capitán de la Guardia Nacional, ambos francotiroteados, como luego confirmó el gobernador Francisco Ameliach, responsabilizando como autores intelectuales a Enzo Scarano, ex alcalde del municipio San Diego (hoy preso en Ramo Verde) y el profesor/operador de la Universidad de Carabobo, Pablo Aure.
Fue ese mismo día en el que Johnny Ricca también cayó herido. La noche del 27 de mayo, el estudiante Johnny Rica fue encontrado ahorcado en su habitación según refiere, entre otros, El Universal.
Se desata la mierda
Durante esa noche y parte de ayer, la plataforma tuitero-mediática de la guarimba inmediatamente dejó caer todas las versiones más torcidas, arbitrarias y poco verificables. La versión más divulgada: Se habría suicidado gracias a que había quedado «inválido» por los disparos de «los colectivos» aquel 12 de marzo en La Isabelica.
Todos esos adjetivos y sentencias fueron usados por quienes supuestamente sentían mucho dolor por la trágica noticia. Así se enfocó el tratamiento mediático de una tragedia amasada con todas las suposiciones que sirvan para comprometer al gobierno y a las fuerzas del orden público.
La consigna ultra más utilizada durante todo este tiempo ha sido «el que se cansa pierde». Un suicidio cuyo trasfondo es supuestamente político no encaja en el rompecabezas de la rebeldía antichavista, es en ese punto donde aparece la otra versión, más en el orden de lo personal, pasional u amorosa, la que no vende tanto y que pretendió silenciarse para sustituirla para una confeccionada para el momento.
La mejor síntesis tendenciosa corrió por cuenta de El Propio.
Se desenreda el nudo miserable
Un día después del suceso, algunos familiares y amigos cercanos de Ricca desmienten la manipulación noticiosa: La pareja sentimental de Rica, coloca en su facebook una aclaratoria en medio de su duelo personal por el hecho:
Por su lado, el portal noticioso ACN (Agencia Carabobeña de Noticias) intenta aclarar y hacer pública una réplica de la familia de Jhonny Rica:
Como si faltara más: aparece la María Machado
Una siempre conspiradora María Machado no pudo dejar de aparecer en la escena con sus «sentidas palabras de condolencias» hacía los familiares y amigos del joven. Lo hizo a través de la misma red, publicando una foto donde sale junto al muchacho durante una concentración en el estado Carabobo:
Son las «condolencias» expresadas en 140 caracteres por quien salió de gira a la OEA con una madre que no concluía su proceso de duelo pero que de igual manera era utilizable para su capítulo novelero en aquel momento.
Con María Machado ocurre lo que ha dicho en varias oportunidades el ministro Rodríguez Torres: “Por donde pasa deja desastres y tragedia”. Sus vinculaciones con cada hecho violento queda al descubierto (y no se trata de que alguna vez lo hayamos dudado) cuando de pruebas se trata, los correos llamando a la «correcta administración» del capital estudiantil publicado por el alto gobierno durante la rueda de prensa de ayer, así lo confirma.
¿Quién se responsabiliza por los nuevos estadios de bajeza a los que llega la manipulación sentimentaloide que invade la vida hasta de sus propios seguidores, la distorsiona, y la vuelve una mentira ventajosa para su propia campaña?
Bienvenidos a la guerra implacable contra la estabilidad de un gobierno legítimo y la tranquilidad de un pueblo que sigue apostando por la paz, para llevarla a cabo cualquier condicionante es válido, es rentable, es multiplicable y apremiante si genera odio y acrecienta el desprecio en su público disociado.
misionverdad.com