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22.Feb.2016 / 02:30 pm / Haga un comentario

Foto: DesdeLaPlaza

Henry Ramos Allup (HRA), una vez que la oposición ganó la mayoría de la Asamblea Nacional (AN) en diciembre de 2015, no perdió tiempo en poner sobre la mesa el primer punto de su agenda política: sacar a Nicolás Maduro de la presidencia de la República en un lapso no mayor a 6 meses. Si bien el 6 de diciembre HRA no era oficialmente el presidente de la AN, ya estaba claro lo que venía.

La oposición, si bien tuvo una escueta (por no decir nula) campaña para las legislativas, centró su discurso en atacar la situación económica “producto de las políticas del gobierno” y promover un “cambio necesario para Venezuela”. Una vez que los electores tributaron a esa promesa, los actores políticos devenidos en diputados sacaron a relucir sus verdaderas prioridades: liberar a sus políticos presos y hacerse del poder sacando a Maduro de Miraflores.

Ramos Allup ha insistido en estos casi 2 meses en que “no se puede solventar la crisis con este gobierno”, sin embargo en los últimos días ha arreciado en esta idea y ha agregado diversos ingredientes a la fórmula que afirma está buscando la fracción opositora desde el seno del Parlamento. Las opciones planteadas son:

  1. Propuesta por La Causa R, llamar a una enmienda constitucional para reducir el periodo constitucional de 6 a 4 años.
  2. Propuesta por Henrique Capriles, activar un referendo revocatorio que, según dicta la Constitución, puede convocarse este mismo año.
  3. Propuesta por HRA, promulgar “el abandono” del cargo del Presidente de la República, sustentado –según él- no en el abandono físico sino en la “dejación, omisión o no ejercicio de facultades constitucionales. Es el único caso en el que en la Constitución no se señala la participación de la Sala Constitucional”.
  4. Finalmente, sobre la base de los hechos (provocados, sobrevenidos o reales)presionar al presidente para que renuncie a su cargo.

El diputado Elías Jaua, en una reciente entrevista afirmaba que acusar a Maduro de abandono del cargo es una irresponsabilidad y aseveró que “alguien que detenta un poder tan importante debería tener más mesura o más racionalidad. Tal vez no lo diga por premura sino como parte de un plan político y de sus alianzas con sectores radicales de la oposición como Voluntad Popular”.

Ahora, ¿cuáles son las implicaciones de estas opciones que está barajando la oposición?

  1. Ciertamente, la AN puede promover una enmienda constitucional para recortar el periodo del Presidente de la República y de cualquier otro cargo de elección popular. Sin embargo, se encuentra con dos obstáculos: primero, que esta enmienda el CNE debe pasarla por consulta popular en los siguiente 30 días de solicitada (y debe ser aprobada por el pueblo, por supuesto). Segundo, existen muchos intereses políticos y quienes tengan aspiraciones presidenciales, empezando por el mismo HRA, Capriles Randonski o Henri Falcón, difícilmente quieran ejercer un periodo tan corto de 4 años. Así que una vez que se llame a referendo aprobatorio, es posible que las fuerzas políticas de la oposición se dividan en cuanto al Sí y al No.
  2. El referendo revocatorio se puede activar a mitad del mandato, que en este caso corresponde a este año 2016. Al tener mayoría en la Asamblea Nacional, no necesita reunir las firmas del electorado para activar el mecanismo, aunque se ve frente al reto de tener que ganar con más votos de los que ganó Maduro en 2013: 7.587.579. No es de extrañar que Capriles abogue por este camino que no requiere que el periodo constitucional sea modificado.
  3. Henry Ramos afirma que para proclamar el abandono del cargo no necesitan de la aprobación de la Sala Constitucional. La Constitución reza que la AN puede decretar el abandono del cargo, pero no establece expresamente bajo cuál mecanismo ni apoyado sobre cuáles parámetros. Por tanto, cabe la participación de la Sala Constitucional si se introdujera un recurso de interpretación o un recurso de amparo por parte del chavismo.

¿Hay apuro? ¿Cuáles son las prioridades?

Es evidente que Venezuela está pasando por una severa situación económica. “El cambio” que tanto prometió la oposición atrapó la esperanza de una gran parte del electorado que espera (aún) que la Asamblea Nacional trabaje de alguna forma para normalizar la economía nacional. Cosa que, sin duda, debe hacerlo en conjunto con el Ejecutivo, pero ya cerró esa puerta al rechazar el decreto de emergencia económica.

Hace poco un compañero me decía que la agenda de los venezolanos actualmente es la económica. A lo que yo le respondí que esa no es la agenda de la oposición política, ellos ya apuntaron a sus dos grandes objetivos: liberar a sus políticos presos y hacerse con el poder, quitando al chavismo del camino.

Por supuesto que hay apuro. La Constitución nos dice en su artículo 233 que si se declarara la falta absoluta del presidente en los últimos dos años de su periodo (2017-2018), el Vicepresidente de la República asumiría la presidencia hasta el término del periodo. Por eso HRA insiste que no deben pasar 6 meses para encontrar una manera de sacar a Maduro, porque si eso ocurre el año que viene, entonces Aristóbulo Istúriz asumiría el cargo hasta el 2019.

Sensibilizar a la opinión pública

Ramos Allup desde hace aproximadamente dos semanas está declarando prácticamente todos los días, agregando nuevos elementos al discurso del cambio de gobierno.

En sus ideas más recientes afirmó que “hay militares conspirando. Una cosa es la cúpula militar y otra cosa el resto de las Fanb. Sobre la omisión de las cúpulas hay mucho descontento en las Fanb. Los gobernadores militares, empezando por Arias Cárdenas, están presionando para la renuncia de Maduro. El gobierno sabe que en las Fanb hay militares militaristas y al alentar el descalabro económico están alentando que estos factores militares lancen un golpe de Estado”.

Tres metamensajes ha lanzado HRA a la población:

  1. Maduro ha abandonado sus funciones, no está capacitado y se da por vencido.
  2. Los militares están descontentos y están planificando derrocarlo.
  3. El mismo Maduro, en su incapacidad y para no tener que renunciar, está alentando que los militares le den un golpe de Estado al “agravar” la crisis en el país.

No es de extrañar que la intención sea, por un lado, buscar una vía aunque no sea del todo legal para sacar a Maduro y por el otro, desviar la atención sobre la AN e incluir al factor militar como posible responsable de un golpe de Estado. Como viejo zorro de la política, está lanzando el anzuelo a terreno castrense a ver quién lo muerde.

Por otro lado, que los medios de comunicación privados (y hasta personajes con cierta influencia como artistas) hagan eco de estos mensajes indica que lo que está montado es una campaña para sensibilizar a la población. Teoría básica del rumor: si te dicen mil veces que es “inevitable” que llueva, cuando llueva no solo vas a legitimar el pronóstico sino que el que lo difunde queda como dueño de la verdad.

Henry Ramos Allup está tocando todas las campanas que tiene a disposición, lo cual no quiere decir que va a ejecutar inmediatamente, pero sí que busca marcar la agenda del Gobierno para que le responda y así legitime su discurso. Quedará ver, dentro del juego político, cómo responde el gobierno.

DesdeLaplaza.com

 

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