Noticias
El presidente de Colombia, Iván Duque, se fue a Bruselas, capital de Bélgica y sede administrativa de la Unión Europa, no hablar de Colombia precisamente, si no a hablar de Venezuela, el foco preferido de los perros falderos del imperialismo.
Desde esa palestra aseguró que “la intervención militar no es una solución” para Venezuela; sin embargo, propone “aislar” a la nación suramericana a fin de continuar presionando un cambio de gobierno.
Reiteró que durante su mandato Colombia no tendrá embajador en Venezuela, mientras exista un “gobierno dictatorial que no reconocemos”.
Por otra parte, el mandatario neogranadino calificó de “apocalíptica” y como la “mayor crisis humanitaria de la historia de Latinoamérica”, la salida de venezolanos del país. Sin embargo, no advirtió a los jerarcas europeos que, según un estudio de 2017 de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Colombia encabeza la lista como el país con mayor migración interna con un total de 7,7 millones de desplazados, por encima de países como Siria que tiene 8 años enfrentando una guerra.
Con el Mazo Dando