Opinión

29.Sep.2014 / 02:06 pm / Haga un comentario

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Por: Mercedes Chacín

«Salir ‘a cazar cayapo’ era una forma del viejo Augusto Rivas de decir que iba a emparrandarse, era una excusa para encontrarse con los amigos. Luego se asumió como eso. Como la excusa perfecta para encontrarnos a conversar, a parrandear. Con los años, descubrimos que ‘cayapo’ sí existía. Es un pueblo originario del Amazonas brasileño y la palabra caiapo significa que ‘somos gente’. Cayapo es un grupo de gente reuniéndose, encontrándose, es más que un periódico. En este momento es una idea de discusión permanente. El Cayapo comporta un hecho colectivo, o trata de serlo, no de individuos». Así define @elcayapo a El Cayapo.

Entre esas reuniones, parrandas y conversas un buen día, a raíz de una invitación a un encuentro de saberes, se llegó a la conclusión que mejor era un encuentro de ignorares y con esa idea se le ha ido dando forma al Encuentro Filosófico de los Pobres. Y ustedes dirán, ¿se reunirán los pobres? ¿quiénes son los pobres? ¿cuántos son? El Cayapo Ramón Mendoza, uno de l@s tant@s, lo define así en la Épale CCS Nº 99 que circuló ayer:

«99% de la población mundial somos pobres. Mientras tú no tengas la capacidad permanente de comprar energía para acumular plusvalía, eres pobre. Sacamos una escala muy simple. ¿Qué es lo que nos determina ‘pobres’? La incapacidad para comprar energía permanentemente, para acumular. Un gerente de la General Motors, en Venezuela, compra más objetos con su salario que el barrendero de la General Motors. Objetos, piscina, carros, pantalla plana, la cámara más arrecha, etcétera. Pero el gerente de la GM en Estados Unidos, con su salario, compra más objetos que el de aquí. Mientras tengas que trabajar para otro, sea de gerente o de barrendero, mientras usted reciba un salario, usted es pobre, hermano».

Pero, ¿qué nos dijeron? “Usted es menos pobre que aquel”. De algún Cayapo salió esta definición de pobre, inobjetable. Pobres somos todos, pues.

Para contrastar buscamos la definición de la Real Academia Española que dice: 1) Necesitado, que no tiene lo necesario para vivir. 2. Escaso, insuficiente. 3. Humilde, de poco valor o entidad. 4. Infeliz, desdichado y triste. 5. Pacífico, quieto y de buen genio e intención. 6. Corto de ánimo y espíritu.

La definición de los españoles, si la cosa no fuera tan seria, daría risa. El Cayapo recuerda a nuestras madres, «te vas a volver loco, deja la pensadera». Dejemos a nuestras madres en paz y pensemos hasta que se nos reviente el coco. Y es que este fin de semana pasan dos cosas importantes en Caracas. Hay reunión de los pobres en un encuentro filosófico (Vamos juntos a pensarnos en los Espacios Cálidos de la Universidad Nacional Experimental de las Artes, Unearte, 3 y 4 de octubre) y la revista Épale cumple dos años, con tremenda edición aniversaria (Una Guía Épale de Caracas con todo lo que sabe y lo que no sabe de sus 22 parroquias) y estreno de película incluido. Ni tristes ni infelices ni desdichados y mucho menos cortos de ánimo. Sigamos.

mechacin@gmail.com

@mercedeschacin

 

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