Opinión / Antonia Muñoz

26.Nov.2014 / 02:22 pm / Haga un comentario

El tema de la guerra económica lo hemos tratado en varias oportunidades; sin embargo, hoy insistiremos porque todavía muchas personas no terminan de comprender los mecanismos de esta guerra. A esta conclusión hemos llegado debido a comentarios que a uno le llegan de personas con quien comparte cotidianamente. En el día de hoy centraremos la atención en el abastecimiento de alimentos. Comenzaremos por asegurar sin caer en exageraciones ni fanatismo político, que la Revolución Bolivariana cumple con la Seguridad Alimentaria, porque el país produce buena parte de los alimentos que consumimos e importa los rubros cuya producción es deficitaria. Es triste oír que algunos compatriotas afirmen que en Venezuela no se produce nada porque eso no se ajusta a la verdad. Lo que sí es verdad, es que podemos y debemos producir más. El artículo 305 de la CRBV plantea la seguridad alimentaria: “como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente a éstos por parte del público consumidor. La seguridad alimentaria se alcanzará desarrollando y privilegiando la producción agropecuaria interna, entendiéndose como tal la proveniente de las actividades agrícolas, pecuaria, pesquera y acuícola”.

Algunos mienten por desconocimiento y otros por motivaciones subalternas y desprecio a la ética política. Sin embargo, como en la politiquería chambona y degradante que practican unos cuantos se vale de todo, les resbala que se le desmienta, al fín y al cabo, ya crearon la duda, ya inocularon el veneno, que es precisamente el objetivo. Recordemos al jefe de prensa de Hitler, Joseph Goobles: UNA MENTIRA REPETIDA SUFICIENTEMENTE NÚMERO DE VECES SE CONVIERTE EN VERDAD. Hace unas pocas semanas atrás un diputado de la oposición afirmó que en el 2014 en Guárico se habían sembrado sólo 40 mil hectáreas de maíz, pero la verdad es que se sembraron un poco más de 158 mil. También es verdad que en el 2013 se sembraron unas 240 mil, y que la diferencia entre los dos años mencionados se debe a que en el 2014 las lluvias comenzaron en julio, 2 meses más tarde de lo usual, y por esta razón, mucha gente no pudo sembrar.

También es verdad que aunque se produzca lo que se produzca y se importe lo que se importe, seguirá habiendo escasez ya que también estamos abasteciendo a todos los habitantes de la frontera colombiana con Zulia, Táchira, Apure y Amazonas. Tampoco la producción interna y la importación que hace el Estado es suficiente, si abastecemos a las poblaciones de Brasil fronteriza con Santa Elena de Uairén, a ciertas islas del Caribe por Falcón y Sucre. También nuestros bienes salen de contrabando para Guyana. Por eso aprobamos las modificaciones que vía habilitante le hicieron a la Ley de precios Justos, al incluir la confiscación de los bienes contrabandeados, al igual que los vehículos, galpones y cuanta infraestructura y medios de transporte le sirvan a los contrabandistas para enriquecerse a costa del desangramiento de la Patria, desquiciamiento de la economía y debilitamiento del Gobierno Bolivariano de Venezuela. Por si alguien quiere escandalizarse, les recordamos a quien pueda interesar que la figura de la Confiscación está prevista en el artículo 116 de la CRBV. Aunque el artículo está referido a la confiscación de bienes producto de la corrupción y el tráfico ilícito de sustancias psicotrópicas y estupefacientes; también es aplicable a quienes cometan “delitos contra el patrimonio público”; y creo que los bienes que produce e importa la nación deben formar parte del patrimonio público.

Un segundo punto que queremos plantear, en cuanto al saboteo al cual está sometida la economía de la Patria, está referido a las benditas colas permanentes en ciertos negocios. Tomaremos como ejemplo lo que observamos absolutamente todos los sagrados sábados que viajamos a Guanare: Una bendita cola en Farmatodo y en el Supermercado Bicentenario de la Avenida Unda. Varios testimonios dan cuenta que ocurre lo mismo en el Mercal de la capital portugueseña. Sería bueno saber cuántos de esos son coleras y coleros profesionales y cuántos son ciudadanas y ciudadanos que van en búsqueda de lo que en verdad necesitan. Le preguntamos a la Sundde y a las autoridades regionales y locales que deben colaborar como un solo gobierno: ¿Será que el Estado no puede instalar control biométrico en los dos establecimientos oficiales para dar el ejemplo y exigirle a Farmatodo que haga lo propio? Supuestamente la captahuella cuesta unos Bs. 15 mil. No sabemos cuánto costará el software que necesita el sistema. Sin embargo, no debe ser una cantidad imposible de financiar. ¿No valdrá la pena hacer esa inversión para detectar a las y los coleros, aumentar el abastecimiento de bienes de consumo masivo, bajarle 2 a la angustia de la gente y disminuir el número de enemigos que se granjea la revolución en cada cola?

Todo lo anterior debe estar ocurriendo, al menos en cada capital de municipio, ¿Será que debemos esperar que a nivel nacional nos recuerden que debemos ayudar? Si alguien pretende decirnos que esa no es la solución, porque todo se debe al diferencial cambiario, a que debemos producir más y a que la entrega de divisa a los importadores no es expedita, a que no se le hace el seguimiento a lo que se importa, le aceptamos la sugerencia y lo podemos discutir; sin embargo, por ahora atendamos a los coleros que son los proveedores de los revendedores especuladores y usureros. Los jefes y jefas de CLP y de UBCH deberían convertirse en un verdadero ejército de vanguardia, y agarrar la calle instruyendo y organizando a la población para que entienda como funcionan los mecanismos de la guerra económica. CHÁVEZ VIVE. LA LUCHA POR LA PATRIA SIGUE.

Calabozo, miércoles 26 de noviembre de 2014.

 

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