Richard Canan

  • Los odiados Marines

    Hay quienes dentro de su locura y disociación psicótica se alegran ante las amenazas de intervención militar y los bloqueos efectuados por el imperio norteamericano. Están colmados de ignorancia e insensata temeridad.

  • Bombas sobre Caracas

    Con la torpeza y la soberbia que lo caracteriza, Donald Trump, el presidente del imperio más poderoso y sanguinario del planeta, amenaza en su irascible verborrea con intervenir militarmente a Venezuela, generando el inmediato repudio de la inmensa mayoría del pueblo venezolano y de los pueblos libres y soberanos del mundo.

  • Desbandada en la derecha

    La desbandada en la derecha es apoteósica. La derrota es huérfana. Por eso nadie ha dicho ni pio ante el “cambio de aires” y el forzoso enfriamiento de calle luego de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente. El mismísimo monstruo de la extrema derecha, Freddy Guevara, continúa en terapia hormonal, por lo que ha bajado el perfil y no ha dirigido másacciones violentas. No hay más temerarias órdenes de “sigamos” con la violencia, esperando quizás que las aguas vuelvan a su cauce.

  • Incluyendo a los excluidos

    Este era un país de excluidos. De gente abandonada y olvidada en las oscuras catacumbas de la miseria. Desde la colonia, los humildes siempre estuvieron subyugados al poder del amo, luego del patrono, de los ricos y poderosos. Los sifrinos que ahora destruyen el país, son los mismos que por décadas se acostumbraron a vivir del asalto y el saqueo de las arcasnacionales, dejando solo migajas para el pueblo.

  • Desastre en el Mediterráneo

    Las potencias neoimperiales del siglo XXI, comúnmente denominadas por la jerga dominante como “Occidente” (o más bien accidente o catástrofe histórica), tienen impregnado en todo su metabolismo los genes guerreristas de la muerte, heredados de las actuaciones coloniales de sus antepasados que privilegiaban el gusto por el cañoneo disuasivo más que por la diplomacia y la paz. Increíblemente ligeras e irresponsables a la hora de declarar guerras, bombardear e invadir países, luego se esconden cabizbajos ante la magnitud de la tragedia social y humana que sus acciones injerencistas generan. Por cierto, que luego del desastre, de las matanzas, no asumen en lo absoluto ninguna responsabilidad y mucho menos demuestran arrepentimiento o compasión ante las muertes causadas.

  • “Sigamos”, la necropolítica

    El líder del grupo neofascista Voluntad Popular, Freddy Guevara, se ha erigido como el cabecilla (patotero) de la planificación y ejecución de las acciones de violencia callejera, guarimbas y actos terroristas que estremecen al país.

  • Les falta un tornillo

    Esta deschavetada derecha va dejando un reguero de vergonzosos precedentes para la historia política nacional. Quemar gente, linchar, saquear, destruir, atacar con chopos y hasta morteros a sus propios seguidores (fuego amigo o daño colateral se excusará Guevara) y a las fuerzas del orden público. Tremenda forma de hacer política de esta desquiciada gente.

  • Un pueblo lleno de esperanzas

    En la cotidianidad de la gente se palpa fuertemente el impacto de las consecuencias de la Guerra Económica generada por los nefastos “agentes mercantiles” devenidos en actores políticos, los cuales con sus múltiples distorsiones y artimañas encarecen y especulan con los productos más esenciales de nuestra cesta básica.

  • Guarimbeando con los niños

    El 20 de noviembre de 1989 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención sobre los Derechos del Niño, allí se establecieron, en su artículo 19, novedosos fundamentos para “proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentra bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.

  • La Derecha Histérica

    Releyendo el artículo “La derecha se desespera” (marzo 2012) de mi querido profesor Rigoberto Lanz, sus palabras se aparecen premonitorias, proféticas,más que vigentes en medio de este contexto político caotizado y violentado por la extrema derecha. Han impuesto una lógica de actuación política llena de soberbia, miserias y ruindad (de evidentísima bajeza intelectual, discursiva, ética y moral).