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Un diputado venezolano tacha la decisión de EE.UU. de eliminar fondos a la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “actitud genocida”.
“Estamos en presencia de un genocida así que no debe extrañarnos para nada la actitud que está tomando en una coyuntura donde la humanidad se ve amenazada, porque estamos viviendo una guerra bacteriológica y eso genera todas las sospechas”, ha expresado este jueves el diputado venezolano, Saúl Ortega.
Estas declaraciones de Ortega, el presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela (ANC), se han producido en referencia a la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de detener la financiación a la OMS, a la que acusó de manejar mal la crisis provocada por el brote del nuevo coronavirus, denominado COVID-19, un hecho criticado por varios países y organismos.
El legislador oficialista ha condenado que Trump retire el apoyo a organizaciones que realizan programas humanitarios, mientras financia a empresas estratégicas para sus intereses, y, de igual modo, ha considerado que la medida del inquilino de la Casa Blanca también “pone en riesgo los programas”, sobre todo en los países más vulnerables.
La semana pasada Trump arremetió contra la OMS, acusándola de minimizar la amenaza del coronavirus y de ser “demasiado amable con China” en este caso, y por eso, amenazó con quitar el financiamiento al organismo.
Tras la amenaza de Trump, el Gobierno venezolano, a su vez, tildó de racistas sus declaraciones y consideró que se trataba de un acto para evadir su propia responsabilidad como jefe de Estado por haber minimizado el impacto de la pandemia del COVID-19 en su país.
A su vez, el asesor superior del director general de la OMS, Bruce Aylward, dejó claro que Washington ignoró desde un principio los consejos del organismo respecto a esta enfermedad, mientras que el gigante asiático trabajaba muy duro para detectar y aislar los primeros casos infectados con el virus, así como a sus contactos cercanos.
El nuevo coronavirus sigue propagándose muy rápido en el mundo, y ya ha infectado, hasta el momento a más de 2,1 millones de personas en todo el orbe. Estados Unidos, por la negligencia de su Gobierno, con más de 644 000 casos diagnosticados y 28 560 muertes se ha convertido en el epicentro de la enfermedad.
Hispantv