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Por: Roy Daza
El anuncio del Presidente Vladimir Putin del inicio de la fabricación masiva de la vacuna contra el Covid-19, la Sputnik V, luego de concluir los períodos de pruebas, abre una esperanza para toda la humanidad, a partir de este momento, el Coronavirus tiene sus días contados, a lo que se suman los esfuerzos de los científicos de la República Popular de China, y los que se despliegan en la Universidad de Oxford, y en instituciones del más alto nivel de Cuba y los EE.UU.
La Sputnik V ya comenzó a ser elaborada a escala masiva, se iniciará su distribución en breve, y están adelantadas las conversaciones para que la tengamos aquí en Venezuela.
El Papa Francisco, con su voz ponderada de siempre, señaló que sería injusto que algunos países tuvieran acceso a la vacuna y otros no, o que la misma sólo sirva para el enriquecimiento de unos pocos, y convocó a la solidaridad.
La pandemia se ha convertido en un debate mundial, político y filosófico, por una parte, están los seguidores de Trump, con una posición “negacionista”, es decir, no reconocieron la magnitud y la seriedad de la tragedia en curso, y solo les importa el estado de la economía, y por otra parte, están los gobiernos, como el del Presidente Nicolás Maduro, que desde el primer momento tuvo conciencia de lo que enfrentamos y se puso al frente de la batalla, y al mismo tiempo, sorteando las serias dificultades del bloqueo económico, y las agresiones permanentes del imperialismo norteamericano.
Nada es igual ahora y nada será igual después del Coronavirus, es por ello que es previsible que se produzcan cambios geopolíticos de grandes proporciones, y en el marco lógico de las probabilidades está la aceleración del declive de Estados Unidos como potencia mundial, otros polos de poder emergen en el mundo.
¿Cuál será el rol de América Latina y el Caribe en esta nueva reconfiguración del mundo?
El nuestro, el de Venezuela, está clarísimo: la defensa de nuestra soberanía, participar en la reconstrucción del proceso de integración latinoamericana, y ampliar las alianzas con las economías emergentes del planeta. La solidaridad se abre paso.