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Foto: Con el Mazo Dando
Frente a la nueva genialidad de la oposición venezolana de jugar con sus propios excrementos para atentar contra los funcionarios de los cuerpos de seguridad, es importante dar a conocer las implicaciones legales que tiene el uso de las heces fecales como arma bacteriológica, por su elevado contenido en bacterias, parásitos y virus.
Inteligentemente, los terroristas de la derecha que apostaron por la utilización de las llamadas “puputovs” (bombas de fabricación casera en frascos de vidrio que contienen excrementos mezclados con agua), al parecer creen que el manejo de esta materia fecal pone en riesgo solo a la víctima de su objetivo y no a ellos mismos con su manipulación.
En Venezuela existe el decreto 2.635 de las normas para el control de la recuperación y el manejo de los desechos peligrosos, que en el artículo 6 señala que, y según la definición de la Organización de Naciones Unidas, son elementos tóxicos (venenos) agudos aquella sustancias o desechos que pueden causar la muerte o lesiones graves o daños a la salud humana, si se ingieren o inhalan o entran en contacto con la piel.
También se establece que son sustancias infecciosas, aquellos desechos que contienen microorganismos viables o sus toxinas, agentes conocidos o supuestos de enfermedades en los animales o en el hombre.
Cabe resaltar que desde el ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz se ha señalado que el bioterrismo es un delito penado por la legislación venezolana.
LaIguana.TV / Con el Mazo Dando