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Asamblea Nacional Constituyente por la Paz

Los profesores y profesoras universitarias, en el presente momento histórico del país, nos dirigimos al pueblo Venezolano y muy especialmente a la juventud, haciéndoles un llamado a la paz y a encontrar vías para el diálogo y el entendimiento por los más elevados intereses de la Patria.

Condenamos los hechos de violencia terrorista propiciados por la dirigencia opositora en todo el país y en los espacios universitarios, particularmente condenamos el discurso intolerante y de odio de las autoridades universitarias ilegítimas e irresponsables, quienes incitan a nuestros jóvenes a la confrontación, la violencia y el vandalismo, generando muerte y dolor en la familia venezolana.

Venezuela está siendo asediada y atacada internacional y nacionalmente en el marco de la denominada “guerra no convencional” o “golpe continuado” que persigue caotizar y desestabilizar económica, política, social y culturalmente a cualquier nación que se proponga construir una nueva sociedad democrática, justa, independiente, soberana y amante de la paz. El manual de esta guerra indica con claridad el papel de la juventud y de los estudiantes como operadores de vanguardia para crear las condiciones y situaciones de destrucción física y moral en nuestras madres, abuelas y abuelos, en nuestros niños y niñas, y en el seno de la propia juventud.  Estos jóvenes y estudiantes alienados, operadores directos y mercenarios de la guerra, siembran incertidumbre, frustración, desesperanza e intensas emociones autodestructivas como el miedo, la rabia y el odio que descargan contra la institucionalidad del Estado, contra el gobierno legítimo, contra el pueblo y contra toda autoridad.

 El objetivo es conmocionar el país y debilitar la institucionalidad, para mostrar mediáticamente ante el mundo el caos, sea real o virtual, que persigue justificar una intervención extranjera. En Venezuela, el liderazgo del golpe lo ejerce la extrema derecha representada por la MUD, autoridades de las universidades conservadoras, medios privados de comunicación, la cúpula eclesiástica y sectores empresariales, quienes operan aliados al paramilitarismo, al hampa común y a la delincuencia organizada para ejecutar planes insurreccionales en procura de hacerse del poder político a cualquier costo.

Consecuente con su voluntad de mantener la paz para el pueblo venezolano, el presidente Nicolás Maduro, desde el inicio de su mandato en el año 2013 y de manera sostenida, ha convocado al diálogo como vía para dirimir las diferencias políticas y alcanzar la paz. Sin embargo, la dirigencia opositora en cada oportunidad lo ha obstruido y abandonado pretendiendo imponer condiciones inconstitucionales. Esta actitud configura un chantaje político: “la renuncia del presidente o guarimbas, terror y muerte”. Ante este escenario, y en vista de la escalada terrorista de violencia a partir del mes de abril 2017, que amenaza la paz y la estabilidad de la República, el Presidente, en ejercicio de la competencia que le otorga el artículo 348 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el 01 de mayo de 2017 ha invocado al poder constituyente originario, convocando a una Asamblea Nacional Constituyente.

Esta Asamblea Nacional Constituyente será ciudadana y de profunda participación popular para que el Pueblo, como depositario del Poder Constituyente Originario, pueda decidir el futuro de la Patria, reafirme y amplíe los principios de independencia, soberanía, igualdad, paz, de democracia participativa y protagónica, para el vivir viviendo en socialismo.

La Asamblea Nacional Constituyente es el espacio de encuentro que convoca al pueblo venezolano y en especial a la juventud y al estudiantado a soñar y hacer realidad un futuro compartido de país a partir del debate de ideas y del respeto a la diversidad de pensamiento.

Hoy, quienes defendemos el legado del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, reafirmamos la vía constituyente para seguir ampliando los horizontes de nuestro pacto social, la libertad, la independencia, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, y por sobre todo, lograr a través del diálogo constituyente, que Venezuela se mantenga como un territorio de paz en la región, que irradie a toda la América Latina, al Caribe y al mundo, para esta y las futuras generaciones.

La Asamblea Nacional Constituyente es para la comunidad universitaria una oportunidad para transformar el subsistema de educación universitaria y contribuir con la independencia cultural, científica y tecnológica que edifique una economía diversificada, productiva e independiente donde se desarrolle a plenitud el futuro de nuestra juventud.

NUESTRA VICTORIA SERÁ LA PAZ.

POR UNA UNIVERSIDAD POPULAR Y DEMOCRÁTICA,

TODO EL PODER PARA EL PUEBLO,

¡CONSTITUYENTE YA!

• Comisión de Profesores Universitarios de la JPSUV
• Congreso de la Patria, sector Universitario.
• Fuerza Bolivariana de la Educación Universitaria
• Colectivo de Profesores Universitarios de la UCV. Proyecto – Socialista.
• Colectivo de Profesores Patriotas de la UBV.
• Colectivo de Profesores Patriotas de la ENAHP.

Caracas a los seis días del mes de mayo de dos mil diez y siete.