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2.Oct.2017 / 02:53 pm / Haga un comentario

Chávez - Bolívar

Distantes en el tiempo pero tan semejantes en sus ideas que las fechas no pueden separar sus vidas, Bolívar y Martí nacieron, como por mandato de la historia, para servir a los más nobles ideales de la emancipación de América Latina. Tres cuartos de siglo después de la muerte de Simón Bolívar, José Martí advirtió que lo que no había podido hacer el Libertador estaba aún por hacerse, dedicó a ello su enorme talento y entregó su vida a esa causa.

Supo prontamente el héroe nacional cubano que América no era lo que el gran venezolano había soñado. Sabía que la miseria y la desigualdad del continente derivaban de la injusta administración de la libertad que para América había ganado el inmenso Bolívar.

Bolívar y Martí soñaron, cada uno en su momento, con la unión inexpugnable y la integración de los pueblos independizados de España. La Gran Colombia desveló a Bolívar tanto como a Martí la idea de arrancar de los cubanos las divisiones que habían echado por tierra la Guerra de los 10 años “para evitar con la independencia de Cuba que Estados Unidos cayera, con esa fuerza más, sobre los pueblos de nuestra América”. Martí fundó para corregir ese mal el Partido Revolucionario Cubano como aglutinador de voluntades que conducirían a materializar la independencia cubana de España. Por eso recordaba a Bolívar cuando hablaba sin descanso para sumar conciencias y brazos a la voluntad independentista.

Gracias a la unidad que forjó Martí en las filas revolucionarias, cuando Estados Unidos intervino -sin ser llamado por los cubanos a hacerlo- en la guerra cubana por la independencia y ya era próxima e inevitable una victoria cubana, los sentimientos patrióticos en la isla eran demasiado fuertes como para ser ignorados. La semilla del patriotismo martiano había germinado y su fructificación no pudo frustrarse con la conversión de Cuba en una colonia, ni siquiera con el invento de la seudoindependencia.

En su sueño anhelante de libertad para una Cuba que todavía era esclava, Martí evocaba a Bolívar, a más de medio siglo de su muerte, como “un hombre verdaderamente extraordinario” y se preguntaba, para sí y para sus auditorios, qué sitio ocuparía el Libertador en la historia hispanoamericana.

Casi un siglo luego de la fundación por José Martí del Partido Revolucionario Cubano, y a casi dos del natalicio del Libertador, en 1982, el capitán venezolano Hugo Chávez hizo suyas las palabras del Apóstol cubano al referir que “Bolívar tiene qué hacer en América todavía”, refiriéndose a la obra inacabada de Bolívar en el continente.

“Porque lo que Bolívar no dejó hecho, sin hacer está hoy”, enfatizó el capitán Hugo Chávez. Y siguió: “Pero así está Bolívar, vigilante y ceñudo, en el cielo de América, sentado aún en la roca de crear, con el inca al lado y el haz de banderas a los pies; así está él, calzadas aún las botas de campaña…”.

¿A dónde irá Bolívar?, había preguntado Martí muchas décadas antes. Y la respuesta parece haberla oído claramente el joven e idealista capitán Hugo Chávez: “¡Al brazo de los hombres, para que defiendan de la nueva codicia y del terco espíritu viejo la tierra donde será más dichosa y bella la humanidad!”.

En el aniversario 109 de la caída en combate de José Martí, el 19 de mayo de 2004, Hugo Chávez, ya presidente de Venezuela, recordaba la decisión que acompañaba al héroe de la isla antillana de “construir la Patria que nos robaron y nos negaron tantas veces”.

Chávez, quien preso en los cuarteles de Venezuela, pudo leer a Martí, sembró en su alma la huella del líder cubano. Daba fe de la impronta que el Apóstol cubano dejó en él al reconocerle, “un valor rayano en la audacia, en la temeridad y en la gloria. Martí no había combatido nunca en guerras, con armas en la mano, pero fue quien armó la Revolución, viajó por el Caribe, incluso por Estados Unidos, buscando apoyo. Armó las ideas y la logística, produjo la unión de las distintas corrientes que había en Cuba, pero como él no había combatido hasta entonces, quiso ir a combatir…”.

Y combatiendo entregó su vida a su Patria, no sin antes confesar, en carta inconclusa a su amigo mexicano Manuel Mercado, que todo cuanto en silencio había tenido que hacer en su vida era por evitar con la independencia para Cuba, que los Estados Unidos cayeran, con esa fuerza más sobre las naciones de “nuestra América”.

Así como el 26 de Julio de 1953 Fidel Castro cedió a Martí el mérito de haber concebido, organizado y dirigido el asalto al Cuartel Moncada que dio inicio al proceso revolucionario que condujo a la realidad cubana de hoy, la arenga del Movimiento Bolivariano Revolucionario, que de la mano y la mente de Hugo Chávez inauguró una nueva esperanza para América Latina ha reconocido siempre a Bolívar como su promotor verdadero.

 

Septiembre 28 de 2017

 

Manuel E. Yepe

Publicado originalmente en el diario POR ESTO! de Mérida, México.

Blog del autor: http://manuelyepe.wordpress.com/

 

https://www.alainet.org/es/articulo/188372

 

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