Opinión / Noticias / Héctor Agüero
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Dos condiciones básicas para la asunción de un liderazgo son la credibilidad y el sentido de la oportunidad que algunos también llaman olfato político. Estas características están ausentes del señor Capriles y de la señora Machado quienes en los últimos años han demostrado de manera fehaciente que carecen de liderazgo.
La última perla de la representante de Sivensa acumula tantas torpezas juntas que resulta necesario enumerarlas para dejar claro que no exageramos: primer acto, es inhabilitada por no presentar cuentas claras, a partir de aquí pierde la chaveta y se asemeja a un personaje de Gravity flotando en el espacio.
Segundo acto: no tiene derecho a la postulación. En este trance sin consultar a la MUD, sin avisarles a los tirapiedras de VP, sola ella en su inmensa megalomanía va al Cedice, una mampara ultraderechista, se tropieza con una licenciada, socióloga de la UCV, y la auto nombra su reemplazante en la codiciado circuito del estado Miranda. Se la lleva para Los Teques escoltada por Niti Pérez Osuna y otros relicarios cuarto republicanos que cabían perfectamente en una buseta y oh catástrofe, se le ocurre levantarle la mano a la señora que va actuar como ella lo haría pero en su vanidad olvidó algunos detalles como averiguar quién era la dama a quien le levantaba la mano que resultó parte de una empresa registrada en la lista de proveedores de PDVSA.
Al mismo tiempo y obviando ese insignificante minucia los muchachones de VP en conchupancia con el Chúo proclamaban candidato a diputado por ese circuito a Freddy Guevara, un mozo que pide a gritos que lo inviten a un curso de oratoria para poder entender lo que dice. El inefable Chúo le leyó a la Machado el decálogo del buen mudista, es decir, dentro de la MUD todo, fuera de la MUD nada. Ya se la habían cantado antes a los integrantes del nanogrupo que aún a aspira a llamarse Copey quienes quedaron como la guayabera. Así termina este corrido muy mentado de la señora Machado que llegó a la vida pública sin olfato político. De Capriles hay muy poco que decir. Resulta Incoloro.