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Por Ramón Lobo
Al poco tiempo de asumir la presidencia, Hugo Chávez, realiza una gira por el Medio Oriente con la intención de sensibilizar a los países miembros de la OPEP sobre la urgencia de establecer acuerdos viables para la recuperación de los precios del petróleo que se ubicaban en 7 $/b. Este hecho, marca un hito en el cartel petrolero, por un lado, al lograr internalizar el cumplimiento de los recortes reales en la producción y por el otro, al impulsar relaciones que abren el compás para un marco de complementariedad.
El presidente Chávez visita la República Popular China en octubre del año 1999, gesto que es devuelto por el presidente Jiang Zemin en el año 2001 con su arribo a Caracas. A partir de estos encuentros, se efectúa un relanzamiento de las relaciones que condujo a la Asociación Estratégica para el Desarrollo Compartido y a la creación de la Comisión Mixta de Alto Nivel China-Venezuela.
Durante la realización de la Asamblea General de la ONU en el año 2000, se concreta el primer encuentro entre Vladimir Putin y Hugo Chávez que se traduce en una gira del mandatario venezolano a Moscú en mayo del año 2001 -hacía 215 años que Francisco de Miranda recurre a la zarina, Catalina II, para solicitarle apoyo para la causa independentista-. El presidente Putin visita Caracas en noviembre del año 2008. Estos eventos potencian la alianza estratégica en la esfera económica, tecnológica y militar.
Del encuentro consuetudinario de Chávez y Fidel Castro, nace el concepto de las misiones sociales en el año 2003, mediante el innovador convenio energético-social que consistió en el intercambio de petróleo por saberes expresados inicialmente, en un contingente de médicos cubanos desplegados a lo largo y ancho del país con el programa misión Barrio Adentro.
Como fiel exponente de la unión pregonada por el Libertador Simón Bolívar y teniendo bien definido el sendero por el cual encaminaría a la revolución bolivariana, Hugo Chávez, apertura y fortalece vínculos con países -que a pesar de no tener mayor interacción en ese momento y no pertenecer al entorno tradicional-, ofrecían una alternativa a la hegemonía estadounidense. Es así como, impulsa una serie de acuerdos bilaterales –algunos expuestos en los párrafos precedentes- y formatos de integración desde una óptica holística y altruista, respetando el principio de la libre autodeterminación de los pueblos.
El enfoque multipolar de Chávez con criterios de cooperación, solidaridad y apegado al derecho público internacional, retoma vigencia y fuerza ante la aparición y efectos de la pandemia del Covid-19, que ha demostrado la incompetencia de los esquemas de integración convencional para abordarla, al punto, que surge rivalidad entre miembros de un mismo bloque –por ejemplo, la Unión Europea-, por los insumos médicos y más grave, continúan avalando las sanciones inhumanas que impone el gobierno EEUU, el cual en vez de dedicarse a solventar su condición de primer país con contagiados, sigue con su posición intervencionista. En contrapartida, observamos a naciones víctimas del acoso estadounidense como, Irán, China, Rusia y Cuba; brindando apoyo al pueblo venezolano y convirtiéndose en defensores del derecho a la vida y del comercio justo y libre.