Opinión / Héctor Agüero
Pese a la bruta embestida económica contra el pueblo venezolano, la derecha no ha podido ocultar los avances revolucionarios en áreas como educación y vivienda.
El diario El Nacional, baluarte conspirativo mediático, titula en su edición digital del martes 2 de enero 2018 la siguiente información: «Los venezolanos fueron los extranjeros con mejores porcentajes en la Prueba de Selección Universitaria de Chile».
Precisemos que, en la nación austral los estudios universitarios no son gratuitos. Las familias chilenas deben hacer enormes sacrificios económicos, para que sus hijos puedan acceder a las universidades y a los politécnicos. La reforma del sistema educativo ha sido y es una bandera de lucha, un clamor de vastos sectores de la población. Los gobiernos llamados democráticos, surgidos luego de la caida del pinochetismo, no han sido capaces de democratizar el acceso a la educacion superior, quizás por sus ataduras con la burguesía tradicional que controla ese filón de oro, que es la educación superior. En este empeño en lograr la gratuidad de la educación para todos los chilenos, es oportuno rendir homenaje a la valiente lucha del movimiento estudiantil chileno en los últimos años, el cual ha desafiado el aparato represor.
La aceleración del flujo migratorio hacia otras latitudes, consecuencia de la guerra económica, así como del acoso y saboteo de los gobiernos de EEUU y la UE, ha llevado a compatriotas a otras naciones. En el caso que nos ocupa, el gobierno chileno mantuvo en 2017 una cuota de tres mil aspirantes extranjeros en la Prueba de Selección Universitaria y el resultado fue que, los venezolanos obtuvieron los mejores porcentajes en las pruebas y que el 53% de ellos consiguieron puntajes entre 500 y 650, cifra considerada óptima.
Ahora bien, este logro no se traduce en un acceso obligatorio y gratuito a los centros universitarios chilenos. Para ello deben pagar la matrícula, pero lo que es importante resaltar es que, esta hazaña constituye un reconocimiento a nivel continental, abierto y sin tapujos de los logros educativos del chavismo. En este sentido Omar Aravena, investigador del Centro de liderazgo educativo de Chile, CEDLE, un prestigioso centro de investigaciones, aseguró que ese resultado se debe a la reforma profunda en el sistema escolar venezolano. Esta afirmación en boca de un científico, echa por tierra las campañas de desprestigio contra el sistema educativo venezolano en tiempos de revolución.
En el fragor de este combate por la defensa del pueblo venezolano, es nuestra obligación insistir en los avances sociales, en las victorias populares que la derecha no puede ocultar en áreas específicas, como la educacion y la vivienda. Pese a las dificultades, las inversiones en estas áreas continúan. La producción de Canaimitas sigue. Somos el quinto país en el mundo en matrícula universitaria. En 17 años la revolución ha creado 44 universidades públicas gratuitas: la tasa de escolaridad aumentó a más de dos millones de bachilleres, logramos alfabetizar un millón y medio de compatriotas, las Misiones Robinson/Alfabetización), Ribas (Bachillerato) y Sucre (Universtario), mantienen sus objetivos.
En palabras de la UNESCO, Venezuela está realizando su más relevante contribución en nuestra marcha común, hacia la educación para todos. El que tenga ojos que vea.