Luis Britto García

  • Las tareas revolucionarias de la ultraderecha

    Hace una década escribí que en su desesperación por recuperar un poder que no supo merecer ni conservar, la ultraderecha es el motor fundamental de los avances revolucionarios.

  • Revoluciones en democracia, democracias en revolución

    Artículo de Opinión de Luis Britto García

  • ¿Guerra económica no mata gobierno?

    La Guerra es la continuación de la Economía, por otros medios. El capitalismo es rapiña de todos contra todos. Toda guerra es económica: busca destruir y confiscar los medios de producción del adversario. Los bombardeos sobre ciudades indefensas obligan a la población civil dejar la producción para cuidar heridos. El objetivo no es acabar con los soldados, sino con el abastecimiento.

  • Colombia y la OTAN

    Con los vecinos, decía el Benemérito Juan Vicente Gómez, ni tan, tan cerca, ni tan, tan lejos. Consejo todavía más válido cuando los vecinos se juntan con indeseables. Con la Hermana República de Colombia compartimos la partida de nacimiento como naciones libres, e incomodidades intermitentes, que imparten a nuestras relaciones un tinte bipolar.

  • Propaganda sucia

    Yo era un muchacho; manifestábamos contra la dictadura de Pérez Jiménez y nos clausuraron la Universidad Central. La censura controlaba los medios; de mano en mano llegaba algún comunicado de la Junta Patriótica. Encontré un volante de una supuesta «Junta Patricia» que protestaba contra la prisión de varios travestis. Adiviné que aquel mensaje venía de la policía política, la Seguridad Nacional. Semanas más tarde caía la dictadura y se escondían sus esbirros físicos e intelectuales. La Propaganda Negra, o Sucia, tira la piedra y esconde la mano.

  • Fascismo

    Hollywood representa el fascismo como pandilla de malencarados en uniforme que agitan estandartes y gritan órdenes. La realidad es más perversa. Según Franz Leopold Neuman en Behemoth: The Structure & Practice of National Socialism, 1933-1944, el fascismo es la complicidad absoluta entre el gran capital y el Estado. Donde los intereses del gran capital pasan a ser los de la política, anda cerca el fascismo. No es casual que surja como respuesta a la Revolución comunista de la Unión Soviética.