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“Washington y el resto del continente saben que todas las acciones para ‘liberar al país’ deben ser consideradas”, publicó este domingo en Twitter el exdiputado opositor y prófugo de la justicia venezolana, Julio Borges.
La infame afirmación fue hecha por el ultraderechista poco después de la rueda de prensa del ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, durante la cual reveló nuevos elementos que vinculan a Borges con el magnicidio en grado de frustración contra el presidente Nicolás Maduro.
“Las acusaciones de @jorgerpsuv son porque sabe que estamos articulando un consenso en toda América para que se pueda restablecer la democracia en Venezuela en el corto plazo”, agregó el exparlamentario en la red social, donde además compartió un video de las reuniones que sostuvo el viernes junto a otros prófugos de la justicia venezolana con Mauricio Claver, consejero de Seguridad de la Casa Blanca, y con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
No conforme con estimular el bloqueo económico y financiero contra Venezuela, cuyas nefastas consecuencias recaen directamente en el pueblo, Julio Borges ha decidido hacerse eco de las pretensiones intervencionistas de los Estados Unidos, avaladas abiertamente por la OEA.
En agosto de 2017, el mismo presidente Donald Trump aseveró no descartar ninguna opción para derrocar al Gobierno Bolivariano, incluyendo el uso de la fuerza militar.
Más recientemente, el secretario general de la OEA declaró en una visita a Cúcuta, en la frontera colombiana, que “en cuanto a una intervención militar para derrocar al régimen de Maduro, yo creo que no debemos descartar ninguna opción”.
El mensaje publicado este domingo por Julio Borges no hace más que reafirmar el sentimiento apátrida de la “dirigencia” opositora, que se alinea sin vergüenza alguna a los intereses de los Estados Unidos a costa, incluso, de la intendencia y soberanía de la República Bolivariana de Venezuela.
