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Artículo de Opinión por Eduardo Piñate R.
Libramos una batalla heroica contra el COVID-19, una pandemia mundial que está golpeando duramente en casi todo el planeta; ya hemos superado el millón 100 mil contagiados y van más de 60 mil 800 fallecidos. Nuestro pueblo, conducido por el Presidente Nicolás Maduro, con su disciplina social y conciencia política, ha asumido la cuarentena colectiva, social y voluntaria y por esa vía hemos obtenido importantes logros –que no son definitivos aún, pero indican un camino de victoria- en materia de contención de la pandemia. Repito, no es tiempo de cantar victoria, pero son obvios los avances conteniendo y cortando la cadena de contagio del virus. De nuestra disciplina en el mantenimiento de las medidas de cuarentena social, colectiva, consciente y voluntaria, y las medidas sanitarias que han ordenado las autoridades de salud, va a depender la consolidación de los avances obtenidos.
En este combate se ha puesto a prueba, una vez más, el temple y la grandeza del pueblo venezolano, pues lo libramos en medio del bloqueo criminal, las medidas coercitivas unilaterales de EEUU contra nosotros, el robo de nuestros activos en el exterior, la caída abrupta de los precios del petróleo y ahora un bloqueo naval destinado a destruir nuestra moral combativa y nuestra voluntad de vencer. Pero, no contentos con esto, el gobierno de Donald Trump y el de Iván Duque en Colombia, junto a grupos terroristas y mercenarios, pretenden crear una espiral de violencia y guerra en nuestra Patria. Eso nos obliga a estar alertas y en disposición de combatir –como ha dicho nuestro hermano Presidente Maduro- de ser necesario.
El COVID-19 ha hecho evidentes las falencias que los apologistas del capitalismo han querido ocultar históricamente de este sistema: la explotación de los trabajadores y la desigualdad que condenan a millones a la pobreza, el hambre y la muerte, para el enriquecimiento de ínfimas minorías de la sociedad y la superioridad material y moral del socialismo, hoy evidenciada con la pertinencia de los sistemas públicos de salud de Cuba, Venezuela o China. El imperialismo quiere ocultar esto con la guerra, con lo que demuestra su naturaleza inhumana.
En esta coyuntura histórica nuestra respuesta es unidad y patriotismo. Seguimos venciendo.
Caracas, 4 de marzo de 2020