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Foto: Cortesía de @PresidencialVen
En medio de una situación país compleja, que debe hacer frente a un bloqueo financiero internacional, el presidente de la República, Nicolás Maduro, ratifica con firmeza su fe en el pueblo venezolano, ese mismo que ha sido fuertemente golpeado por ataques dirigidos a quebrantar su gobierno y cuyos efectos se ven en el ciudadano de a pie.
«Tengo fe en el pueblo y la fe en el pueblo y en su proceso histórico es capaz de anular cualquier temor, cualquier incertidumbre. La fe lo puede todo, mi fe es infinita», expresó Nicolás Maduro en un video filmado en la Casa Amarilla de Caracas, casona histórica de la ciudad capital en la que estuvo, hasta 2013, su despacho como canciller de Venezuela.
Siendo hoy Jefe de Estado, Nicolás Maduro habla del pueblo venezolano con la misma fe que lo hiciera días antes de la elección del 14 de abril de 2013, cuando fue electo Presidente de la República.
Así, en solo meses, y luego de ser vicepresidente de la República, pasó a ocupar un cargo de elección popular, por lo cual actualmente goza del reconocimiento de simpatizantes en todo el país.
Muestra de eso fue uno de los mensajes que recibió el mandatario nacional en una salida, de apenas segundos, que hiciera en el balcón situado en la Casa Amarilla, frente a la Plaza Bolívar de la ciudad capital.
«¡Que viva mi Presidente. Te amo!», se pudo escuchar de una de las caraqueñas que se acercó al lugar para extenderle su apoyo.
A través del video publicado en la red social Twitter, el Presidente repasó parte de la lucha que también emprendió hace años como sindicalista y luego como canciller.
En ese sentido, reflexionó sobre la importancia de «vivir intensamente cualquier lucha que le toque a uno», tal como lo ha hecho su gobierno en el ámbito internacional y político.
Mediante este material audiovisual, en el que estuvo acompañado por la primera combatiente, Cilia Flores, rememoró, además, parte de su gestión como ministro de Relaciones Exteriores, cargo que ejerció desde 2006 hasta 2013.
«Aquí yo desarrollaba varias reuniones a la vez, como una partida de ajedrez a varias manos, las desarrollaba aquí y en mi despacho», contó, al recordar que ante ese mismo balcón el pueblo de Caracas gritó su independencia el 19 de abril de 1810.
AVN