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Foto: AVN
Como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro se ha dedicado a actuar como vocero internacional de la oposición política de Venezuela, labor que ha ejercido de forma incansable y lo ha distanciado de su verdadero rol en el máximo cargo del organismo internacional.
Tras su elección como secretario general, en 2015, Almagro ha centrado su atención en los asuntos internos del Estado venezolano, como brazo ejecutor de estrategias políticas de los sectores del poder internacional que se oponen a la Revolución Bolivariana -encabezados por el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU)- y que buscan generar un escenario propicio para una intervención extranjera en la nación suramericana.
En consonancia con las giras internacionales de algunos dirigentes de derecha en la búsqueda de apoyo para propiciar una intervención que interrumpa el Gobierno constitucional de Venezuela, presidido por Nicolás Maduro, Almagro ha intentado impulsar de forma oficial, ya en dos oportunidades, acciones injerencistas desde el seno de la OEA.
El 31 de mayo de 2016, Almagro convocó a una «sesión urgente» del Consejo Permanente de la organización, basado en un informe que previamente había presentado ante el presidente de esa instancia, Juan José Arcuri, donde exponía una supuesta ruptura del orden democrático en la nación.
El Secretario General invocó la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, como mecanismo para intervenir en los asuntos internos del Estado venezolano, pero esta acción fue rechazada por la mayoría de los países miembros.
Tras esta derrota, Almagro no ha cesado en sus intentos de darle proyección en este espacio a figuras de la oposición política de Venezuela. Incluso, ha hecho pública su estrecha relación con estos líderes de la derecha nacional, como es el caso de Lilian Tintori, esposa del dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López, quien fue determinado culpable de delitos vinculados a la violencia desatada en 2014 con la activación del plan golpista La Salida, acción terrorista que dejó un saldo de 43 venezolanos asesinados, más de 800 heridos y daños materiales incuantificables.
El pasado 14 de marzo, el Secretario de la OEA recurrió una vez más al recurso de la aplicación de la Carta Democrática al estado Venezolano, y solicitó al Consejo Permanente de la organización una sesión para la discusión de este informe.
En ese escenario, la OEA convocó a una sesión para este martes 28 de marzo, en la que se pretende discutir el informe presentado por Almagro y los asuntos internos de la nación suramericana sin la aprobación de ese país.
Por esta razón, Venezuela asistirá a la sesión extraordinaria de este lunes para defender su solicitud de suspender la pautada para mañana, pues dicha reunión no cuenta con el consentimiento debido del Gobierno venezolano, tal como está contemplado en las normas del organismo regional.
AVN