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Foto: @teleSURtv
El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Sampers, anunció que ofrecerá este jueves una rueda de prensa para fijar posición sobre la decisión del Senado Federal de Brasil se someter a la presidenta Dilma Rousseff a un juicio político, que conlleva a su suspensión en el cargo durante seis meses, sin contar hasta ahora con un sólo elemento de violación de ley.
«Hoy a las 11:00 am hablaré en rueda de prensa sobre la decisión del Senado de Brasil de apartar a @dilmabr (Dilma Rousseff) de su cargo», escribió Samper en su usuario en la red social Twitter, @ernestosamperp.
A inicios de este mes de mayo, el secretario de la Unasur emitió un comunicado en el que exhortó a los senadores brasileños a votar «como jueces y no como políticos la decisión de la Cámara de diputados de avanzar en el juicio de destitución de la Presidenta».
Asimismo, enfatizó entonces que para el organismo suramericano «sería muy doloroso aceptar que mayorías conformadas por bancadas (políticas) destituyan a una Presidenta elegida popularmente».
Con el voto de 55 de sus 81 miembros, el Senado de Brasil aprobó en la madrugada de este jueves un juicio político contra la presidenta Rousseff. Telesur reseña que tras una jornada de 20 horas, la votación fue de 55 senadores a favor, 22 en contra y 1 abstención (78 de los 81 miembros del cuerpo colegiado) a favor del juicio contra la Presidenta electa en 2014 por más de 54 millones de brasileños.
El proceso, que se inició con una decisión de la cámara de diputados que fue anulada luego de la destitución por corrupción del presidente de esa instancia, carece de los fundamentos legales establecidos en la constitución brasileña. «Quiere construirse una fantasía retórica para destruir a una Presidenta legítima. Hay un golpe con derecho a la defensa», denunció el abogado de Rousseff, Eduardo Cardozo.
Explicó que no existe crimen de responsabilidad contra la Presidenta y que el informe presentado por el relator del impeachment justifica una intención política para inhabilitar a la jefa de Estado.
La acusación central contra Rousseff para justificar el juicio político es la supuesta violación de normas fiscales al maquillar el déficit presupuestario de 2015, una falta que no ha sido probada y que además no constituye un crimen de responsabilidad, una condición sine qua non exigida por la constitución brasileña para intentar un impeachment.
Durante la suspensión de Rousseff corresponde asumir la presidencia al vicepresidente Michel Temer, uno de los impulsores —junto al destituido presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha— de la maniobra golpista, y sobre quien pesa también un proceso de impeachment.
AVN