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Foto: Captura VTV
“Venezuela tiene que abandonar el modelo rentista petrolero, que logró algunos objetivos fundamentales como lo es alcanzar la justa distribución de la riqueza, mejorar la calidad de vida de los venezolanos, pero que no es suficiente para la próxima década”.
La acotación la formuló este martes el presidente de Fedeindustria, Miguel Pérez Abad, durante el programa El Desayuno, que transmite Venezolana de Televisión.
Abad manifestó que en la construcción de una sociedad socialista “los grandes pensadores hablan de la industrialización como la fase previa a esa sociedad socialista”.
Dijo que Fedeindustria ha hecho un gran esfuerzo en repensar el rol del empresario. “Como decía el comandante Chávez, este es un socialismo nuevo, un socialismo inédito, donde vamos a tener marchas y contramarchas”, afirmó.
Indicó el empresario que se espera que en “dos o tres años haya un cambio de nuestra relación de producción. No solo dependemos mucho de la importación de productos terminados, sino que nuestra industria, nuestro sector económico, el comercio, los servicios, dependen mucho de la importación de materias primas, insumos y tecnología para producir en el país. Esa realidad va a cambiar de manera muy acelerada.(…) Creo que tenemos una saldo favorable en el reacomodo de las piezas del ajedrez económico del país”.
Sobre la capacidad del país para comercializar su producción hacia el extranjero, señaló que “creemos que Venezuela tiene que entrar en un proceso de exportación. Yo me atreví a hacer una propuesta un poco audaz, que es la de derribar todas la barreras a cualquiera que quiera exportar. Normas que nosotros llamamos autogoles.(…) Conozco muchos casos de exportaciones ilegales, que lo hacen a través de una maleta. Que me dicen que no pueden hacerlo por los canales regulares”.
El presidente de Fedeindustria considera que “en manufactura tenemos muchas potencialidades. Tenemos todos los productos para la construcción, insumos, desde tuberías, codos, llaves, piezas sanitarias, cerámicas, granitos. Yo no veo limitaciones para los productos hechos en Venezuela. (…) Una caída tan fuerte de los precios del petróleo va a afectar de manera positiva va permitir una metamorfosis, un reacomodo”.
Respecto a la iniciativa que ha adelantado el Estado venezolano en la realización de exposiciones para estimular la producción resaltó Pérez que “las expos tienen una valoración no cuantitativa, sino cualitativa. Es el reconocimiento de los iguales para la producción. Casos como el estado Sucre, que es visto como un estado de difícil producción, pero cuando ves sus potencialidades tenemos un estado que lo tiene todo para la agricultura, la pesca, la gasificación costa adentro, la minería. No obstante, el problema puede ser que no hay inversión por parte de los privados, no hay suficiente claridad para la inversión, necesitamos un espacio permanente para el diálogo productivo, entendiendo que no somos iguales. El interés del empresario es que la inversión se convierta en rentabilidad, y la del estado es que esa rentabilidad se convierta en inversión social”.
Respecto a la modificación de la legislación para el beneficio del sector empresarial, expresó que “no creo en la derogación, como en el caso de la Ley de Costos y Precios Justos, que tuvo bastantes aportes por parte del sector empresarial, porque se habían creado algunas distorsiones con la cadenas de distribución. Hay algo que hay que entender: el empresario no solo vende, compra; compra insumos, compra cauchos, compra repuestos. Somos consumidores y productores también”.
Finalmente, Miguel Pérez Abad conversó a cerca del tema del control de cambio, sobre el que consideró que “el control de cambio tuvo su momento. Pero es muy difícil establecer costos de producción con 4 tipos de cambio. Pongo el ejemplo del atún. El lomo de atún se importa a 6,30, pero la tala no, la etiqueta tampoco, las tintas tampoco, las cajas de cartón tampoco. Nosotros creemos que debe haber un solo tipo de cambio. Que un tipo de cambio dual, de transición que una serie de productos sean subsidiados, y otros que tengan un comportamiento más parecidos al de, digamos, Simadi; más aproximado a la capacidad de Banco Central de colocar dólares”.
Hoy Venezuela