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Con la mayoría de los diputados revolucionarios, en sesión extraordinaria en el Palacio Federal Legislativo de la Asamblea Nacional (AN), se sancionó la Ley de Semillas. Posteriormente se remitirá al Ejecutivo a efectos de su promulgación y publicación en Gaceta Oficial de la República.
Su objeto es preservar, proteger, garantizar la producción, multiplicación, conservación, libre circulación y el uso de la semilla, así como la promoción, investigación, innovación, distribución e intercambio de la misma, desde una visión agroecológica socialista, privilegiando la producción nacional de semillas.
Para el diputado Alfredo Ureña, quien fuese el coordinador del equipo que trabajó en este proyecto, se impulsa y fomenta la producción de las semillas, lo que garantizará la soberanía alimentaria que está definida en el Plan de la Patria.
Así mismo la prohibición del uso de transgénicos, “no se puede usar estas semillas transgénicas, que son organismos genéticamente modificados por lo que tienen efectos colaterales negativos sobre la salud animal y salud humana, es una discusión que incluso existe a nivel mundial, y que el Comandante Chávez ya manifestaba desde el año 2004”.
“El artículo 127 de la Constitución, define que los seres vivos no pueden ser patentados. Nosotros nos acogemos a ese estamento constitucional y decimos que la semillas son seres vivos por lo tanto no puede ser modificados, por eso no se puede ser patentes de las semillas”, señaló.
Según el informe de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico, la Ley promoverá el desarrollo de un sistema de producción de semillas moderno, contrario a la producción de organismos genéticamente modificados (OGM), y contrario a las patentes y derecho de obtentor sobre la semilla, de calidad, soberano, democrático, participativo, corresponsable y solidario, haciendo especial énfasis en la valoración de la semilla originaria y campesina, que beneficie a la diversidad biológica y ayude a la preservación de la vida en el planeta.
Prensa AN