Jhonathan Sánchez

Periodista

IG: @jhonathansanchez

Juan Guaidó pudiera ser otro intento fallido de la oposición venezolana y del gobierno de los Estados Unidos por intentar derrocar un gobierno revolucionario en la región, pero no, no lo es. El citado se ha convertido en la más desacertada elección de Estados Unidos para derrocar sin intervención militar propia al que siempre se le ha parado de frente y asumido posición de contrario antes las adversidades naturales que han generado las atroces actuaciones de dicho imperio con el mundo. Juan pudiera ser no más que una mala elección solo de un país poderoso pero tampoco es solo eso, también es la peor elección de todos los partidos y fuerzas agrupadas o no en la oposición venezolana de un perfil político radical para salir de Maduro. Pudiéramos enumerar las razones por las que Guaidó es un fenómeno en la historia política del mundo, pero hablemos cualitativamente sobre porqué es tal cosa.

El nuevo líder

Le tocaba el turno al bate (a Juangu) en enero del 2019 para presidir la asamblea nacional en desacato por acuerdos previos entre partidos de la extinta MUD. Se aventura casi 7 meses después las elecciones del 20 de mayo del 2017 a desconocer la legitimidad del Presidente Maduro en su nuevo período. No lo hizo antes, no, jamás se perfiló como posible candidato presidencial de su partido Voluntad Popular meses antes del 20 de mayo de un año antes de creerse presidente de facto. Sabemos (incluso él) que no solo no reunía los requisitos sino que nadie lo conocía para esa fecha, por lo que era casi imposible alzar el copete antes que le tocara la tarima natural de la presidencia en desacato de la asamblea nacional también en desacato. En ese momento Leopoldo López preso (en su casa torturado por no poder salir a Miami o Madrid), Freddy Guevara huyendo refugiado en una embajada y los demás que no se caen bien… pues era inconcebible (en ese momento) dicha hazaña presidencialista, porque ni en La Guaira se acordaban del sujeto. Nuevo no es ni pelando la nalgas, no es así cómo se hace un líder efímero de escasos 2 meses porque solo los chavistas lo recuerdan en tan deplorable actitud de desnudez injustificable porque ni por el gesto tan rebuscado de hace apenas unos años logró convertirse en referencia de nada en la política nacional. Queda entonces demostrado que nunca el plan de externos, internos y propio era tener a un Guaidó presidente. ¡Está claro!

Promesas incumplidas

¿Cómo hacemos para no enumerar? ¡Veamos!. Comencemos por el lema, ruta, plan, promesas, slogan, grito de guerra, declaración de prensa, encabezado, titular, fetiche, dislexia, verbos, predicados, sinécdoque, onomatopéyica, cantaleta, pataleta, abstracción, señalética, poema, crónica, cuento corto, frase, panfleto, entre tantos otros calificativos que aplican para el famoso “cese a la usurpación, elecciones libres y gobierno de transición”, son las 3 cosas una gran mentira, pudiéramos decir que la primera del protagonista de este artículo. Por ahí comienza “la estafa maestra”, el engaño y las triquiñuelas para atraer seguidores que se conviertan en masa y movilizarlos. Aunque al principio del mandato psicológico de Juan logró cautivar miradas sueltas que estaban desmotivadas con la actividad política del país e incluso robó la atención enfática de Trump y el aparato derrocador de tradición, pues, también es cierto que como comenzó como una mentira las patas cortas anunciaban su destino. Ahora sí, lo que vino después de acuñar esa frase fue una larga lista de engaños tras engaños: presidente interino, encargado, si pero no, autoproclamado en una plaza, los fondos del concierto Venezuela Aid Live, la promesa que era eso para todo el pueblo y no una parte VIP y el pueblo en Petare, otra vez el dinero de eso, de la ayuda humanitaria, el supuesto apoyo de dos mil países y de otros planetas, incluso, sin contar que el 30 de abril no tumbaron a Maduro sino que le hicieron una ruta a otra casa para Leopoldo. Lo peor de todo este entramado de mentiras que devienen en rechazo casi pleno hoy a cualquier nueva promesa del sujeto por parte de los anti-chavistas es que la matriz nunca superó a la realidad constitucional no interpretativa sino tácita: en ningún artículo de la constitución y/o marco legal venezolano que se rija por la Carta Magna se soportan todas las acciones, planes y engaños de Guaidó.

Hito

Peleas domésticas hemos visto a lo largo de nuestras vidas pero cuando se trata del país es mucho más vergonzoso si los resultados de las pugnas internas se ponen de manifiesto una y otra vez y cada vez peor en detrimento de su propias (falsas todas) proyecciones morales. Nadie se esperaba que un sujeto de tan bajo perfil llegara tan lejos como lo ha hecho Guaidó con sus acciones temerarias, es cierto, pero ahí también radica una razón de mucho peso para que se apuñalen de frente en una jauría de intereses donde el fin último pareciera sigue siendo el control de un sector sobre el dinero, no solo del dinero de la nación sino de los que sea que caiga que sea dinero. Guaidó ha sido el mayor crucificado de Trump, sí, pero fundamentalmente de los históricos dirigentes de la derecha venezolana que le prepararon una “bajadita” particular para el señor. Le hicieron el flux. Y todo esto porque el ejercicio de la política pública es el reflejo de los políticos que la ejercen y la altura de lo primero depende de la altura de lo último. No es culpa de los seguidores (de los partidos de oposición) sino de los conscientes timadores que dicen dirigirlos, al abismo. Cada vez más al abismo, como nunca antes lo hemos visto.