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Foto: AVN
El escritor y músico Freddy Ñañez organiza junto a su equipo de la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte) el Festival de Teatro de Caracas, un evento que por su masivo poder de convocatoria ha logrado erigirse como uno de los más importantes del país.
Las pasadas cinco ediciones, el festival reunió a 2,1 millones de personas en salas y espacios públicos de la ciudad, realizó más de 800 actividades, entre funciones, jornadas de calle y talleres académicos; ha convocado a más de 300 compañías y llegó en la edición pasada a 21 de los 24 estados del país. Este año, el festival acoge a 120 compañías nacionales y 23 internacionales provenientes de nueve países que en conjunto llevarán a escena más de 180 propuestas en 25 salas y espacios públicos de la capital.
Por ello, Ñañez distingue al festival como la fiesta del país teatral, que este año se celebra entre el 21 y 30 de abril próximos, en un contexto nacional complejo debido a la nueva fase golpista de la derecha caracterizada en esta etapa por una intensa agenda internacional que promueve la injerencia y las acciones violentas de calle para intentar crear una imagen de ingobernabilidad propicia para una intervención extranjera.
Ante este escenario, el Festival es en sí mismo un espacio de defensa de la paz y la alegría que la derecha intenta socavar para lograr sus planes, explicó Ñañez, en entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias.
“Este festival nos reafirma el derecho de vivir en paz y nos permite defender la alegría que es otro de los elementos asediados por la propaganda de guerra, por la guerra psicológica y lo que constituye la guerra económica a la que nos han sometido los últimos dos años”, amplió.
“El Festival de Teatro es un espacio que garantiza la Revolución Bolivariana en el área cultural para que se pueda generar una comunidad pensante que aprenda a sostener el disenso y valorar eso que es la paz, que en el fondo es el gran logro, la gran conquista de la Revolución Bolivariana que es una revolución pacífica, genéticamente hablando, es una revolución que decidió en un punto de su gesta tomar el camino democrático, de las instituciones y lo que ha generado es esa dinámica de la democracia y la participación”, destacó.
Ñañez resaltó la importancia del teatro como un arte motor de paz y democracia. “El teatro es quien nos educa, quien nos enseña que podamos entender que hay antagonismos insalvables y que esos se ponen en escena para que podamos tomar distancia y repensar la vida, las enemistades, los antagonismos y los agonismos”, reflexionó.
Colombia, país homenajeado
De las 23 agrupaciones internacionales, 10 son de Colombia, país homenajeado que, destacó Ñañez, tiene mucho que decir al público venezolano que enfrenta una arremetida dirigida a propiciar una confrontación.
“Colombia tiene un teatro que tiene mucho que decirnos a nosotros que somos un país que es vícitma de la propaganda de guerra y donde mucha gente víctima de la propaganda de guerra, que subestima los efectos de la guerra y subestima la guerra en sí misma. Va a ser muy bueno que Venezuela pueda verse en ese espejo y entender de qué se trata cuando hablamos de intolerancia, de violencia”, manifestó.
AVN