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Foto: @RNVcontigo
Bolivia enfrenta ataques simultáneos por parte de la derecha nacional e internacional y empresas de comunicación social para tratar de desestabilizar la nación suramericana, denunció este jueves el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
El titular de la referida cartera destacó que las estrategias de los opositores al gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, son cada vez más sofisticadas e incluyen el golpe suave y otras empleadas por Estados Unidos para desestabilizar naciones del Medio Oriente.
«Además de implementar esas prácticas en nuestro país, utilizan la guerra económica contra Venezuela y la mediática contra Ecuador», expuso Quintana, citado en información destacada en el sitio web de la agencia Prensa Latina.
Recordó que la derecha también promovió una estrategia comunicacional brutal contra los Kirchner, en Argentina, a través del consorcio Clarín.
«Hoy tenemos medios en Bolivia que siguen el mismo libreto de ese grupo, de una élite que desprecia el gobierno del pueblo», añadió el ministro.
Igualmente, hizo referencia a la guerra sucia desatada contra el gobierno de Morales durante la campaña previa al referendo sobre la repostulación presidencial en Bolivia.
«Durante el referendo hubo un gran montaje político y lo hemos demostrado con pruebas. Aparecieron acusaciones contra Morales por tráfico de influencias, las cuales fueron divulgadas a través de medios de prensa conservadores obedientes a patrones extranjeros. Existe un libreto y armas comunicacionales que socavaron la conciencia de algunos ciudadanos», denunció.
En este sentido, condenó la campaña de descrédito que se ha emprendido en contra del presidente Morales para tratar de deslegitimar su gobierno, «erosionar la legitimidad y el prestigio del presidente Evo Morales, sus cualidades de hombre honesto, trabajador y de gran estadista antiimperialista, que ha hecho todo lo posible por garantizar la soberanía y dignidad de los bolivianos», apuntó.
El ministro de la Presidencia ratificó que el presidente Morales continuará impulsando el proceso de cambio iniciado en 2006 y cumplirá el plan nacional de desarrollo hasta 2020, así como con la agenda patriótica hasta 2025.
Desde el año pasado, gobiernos latinoamericanos han sido objetivo de los denominados «golpes blandos» o «suaves» promovidos por la derecha nacional e internacional, que han pretendido derrocar a las administraciones gubernamentales de líderes revolucionarios y progresistas mediante acciones violentas en las calles, paros, y guerras psicológicas y económicas.
Los casos más emblemáticos se han dado contra los gobiernos de El Salvador, Brasil, Ecuador, Bolivia, Argentina y Venezuela, donde los gobiernos legítimamente electos priorizan la felicidad y el bienestar de los pueblos por encima del capital.
En los mencionados países, sectores de la oposición han mantenido el mismo modus operandi, definido por diversas estrategias, entre ellas el impulso de campañas de descrédito, desinformación, miedo, denuncias de presuntas acciones de corrupción y violaciones a los derechos humanos.
AVN