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La diputada al Parlamento Suramericano (Parlasur) y líder indígena argentina Milagro Sala, del movimiento Tupac Amaru, está decidida a continuar con la huelga de hambre ante la injusta sanción a la que fue sometida, al serle restringidas las visitas y ser trasladada a una celda de castigo, sin que su defensa haya sido notificada, informó su abogado, Luis Paz.
Sala está detenida desde enero pasado en el penal de Alto Comedero y ahora incomunicada, luego que fuera imputada por supuesta «instigación a cometer delitos y tumultos en concurso real». Comenzó la huelga de hambre y calificó como arbitraria la decisión de incomunicarla al prohibirle las visitas en el penal. Atribuyó las restricciones que denuncia a una orden del gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales.
Paz visitó a su defendida e informó que la dirigente social «está bien físicamente y sólo consume agua (…) Está muy decidida a continuar con esta huelga porque entiende que con la sanción se está cometiendo una tremenda injusticia», expresó Paz a la agencia Télam, refiere Página 12.
El abogado también confirmó que otras tres internas se sumaron ayer a la huelga de hambre en solidaridad con la líder de la organización barrial Tupac Amaru: Patricia Cabana, Gladys Díaz y Mirta Aizama, también imputadas por supuestas irregularidades en los fondos para la construcción de viviendas que administraba la Tupac Amaru.
Comentó que el viernes mantuvo una audiencia con el director del Servicio Penitenciario de Jujuy, Víctor Carlos Morales, en la cual fue notificado del sumario administrativo que se le inició a Sala por «inconducta» y denunció: «Hay una violación de los derechos constitucionales, una violación a los derechos de defensa».
Sala permanecerá durante diez días «sola en una celda con todas las comodidades que le corresponden a una interna» y sólo podrá «recibir la visita de los familiares directos» pero «está privada de las visitas multitudinarias que solía recibir, que alcanzaban a las 30 personas», explicó el viernes Víctor Morales.
Paz presentó recientemente un habeas corpus por el agravamiento de las condiciones de detención, luego de haber denunciado públicamente las condiciones inhumanas en que está presa y de la presentación de un habeas corpus colectivo, después de tres meses en los que las internas se bañaron con agua fría en pleno invierno, las autoridades del penal accedieron a colocar un calefón y a permitir el ingreso de ropa de abrigo. Hace pocas semanas, Sala fue trasladada a una celda de un tamaño no superior a 2 metros por 3.
AVN