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18.Feb.2017 / 09:57 am / Haga un comentario

Foto: Archivo

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Tres años se cumplen este 18 de febrero de la entrega de Leopoldo López a las autoridades venezolana, luego de la orden de detención emitida en su contra por el Ministerio Público. La causa: instigar a una aventura golpista que derivó en una escalada atroz, que dejó como resultado 43 personas asesinadas, mientras que el número de heridos sobrepasó los 800.

López anunció su plan insurreccional, denominada «La Salida», el 2 de febrero de 2014. Su objetivo era claro: derrocar al Presidente Nicolás Maduro, constitucionalmente electo por el pueblo venezolano. La confabulación contó con la complicidad de las corporaciones mediáticas en el país.

«Tenemos que entender que no será fácil, hay que organizarnos, estamos iniciando una etapa para buscar la salida», alentó aquella tarde López, desde la Plaza Brión de Chacaíto, en la frontera que divide el este y el oeste de Caracas.

El preámbulo de todo sería una marcha en el centro de la capital. La misma fue convocada para el 12 de febrero de ese año, y la cual terminó en ataques vandálicos a la sede del Ministerio Público (MP) y el asesinato de dos personas.

Los escenarios de violencia y terrorismo continuaron los días siguientes, extendiéndose hasta junio de ese año. Homicidios, daños materiales a espacios públicos y privados, la obstaculización de vías y el reporte de heridos como consecuencia de las «guarimbas» se hicieron frecuentes entonces en 18 de los 335 municipios del país, en su mayoría gobernados por la oposición.

De las víctimas fatales, 29 fueron asesinadas por armas de fuego y nueve eran funcionarios militares o policiales. En 21 de los casos, las balas homicidas habían impactado por encima de los hombros, por lo que se presumía la actuación de francotiradores.

Otras siete personas, que transitaban en motocicletas, murieron a causa de las guayas puestas en la calle por los subversivos. Casi la mitad de las muertes ocurrió en los bloqueos viales: unos fueron asesinados mientras protestaban y otros diez fallecieron por intentar restablecer el paso.

Tras demostrarse su culpabilidad en estos hechos por la comisión de delitos de instigación pública, daños a la propiedad, incendio y asociación para delinquir, hoy cumple una condena de 13 años, nueve meses y siete días de prisión en la cárcel de Ramo Verde, estado Miranda.

En el momento de su entrega, se había comprobado que López era además objetivo de muerte de la extrema derecha, por lo que el Estado venezolano le garantizó protección en su traslado desde la misma plaza Brión, donde dos semanas antes había anunciado el plan golpista, hasta el Palacio de Justicia, en el centro de Caracas.

 
AVN

 

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