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¿Qué hay detrás de la extraña “preocupación humanitaria” de la oposición venezolana? ¿Por qué tanta es la insistencia de Julio Borges de exigir entre el primer punto del diálogo una “supuesta” ayuda humanitaria? ¿Será que a Julio Borges se le olvidaron sus deseos de cambiar el sistema electoral y que fue el motivo por lo que justificaron no participar en las elecciones municipales…?
Conociendo los personajes ya por más de 18 años, este aparente “humanismo” responde a poderosos intereses económicos y a la ecuación imperialista: Ahorca + diálogo = beneficios.
Este intento de “ahorcamiento”: ya sabemos que se inició desde el año 2015, con la “guerra mediática” orquestada por los medios de comunicación privados nacionales e internacionales, para vender la imagen de Venezuela en el exterior como un país en extrema crisis humanitaria, en la que se dibuja una ficticia situación de caos, alegándose que “no hay gasolina, no hay medicinas, no hay alimentos, no hay comercio, no hay producción, no hay dólares, entre otras”; a lo cual se agrega la dosis violenta “pagada” por la misma oposición, con ayuda foránea ya suficientemente evidenciada, entre el mes de abril y julio de este año; lo que sumado a las acciones del gobierno de los Estados Unidos, por solicitud de la oposición venezolana, que sueñan con asfixiar al pueblo heroico venezolano…
Con la ilusión de la oposición y del imperio de creer que el Gobierno Bolivariano está ahogado. Entonces en su afan de diálogo, Borges y otros representantes de la fracturada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), proponen con mucha insistencia, como primer punto la apertura de un canal para el “apoyo humanitario”…
Aquí es donde está la trampa y entran los oscuros intereses que hay detrás de éste planteamiento supuestamente humanitario.
Los “poderosos capitalistas” amigos de varios de los dirigentes de la oposición están a la espera de esta nueva oportunidad de negocios para suministrar los supuestos insumos y productos alimenticios, en la que sospechosamente la oposición venezolana, bajo un manto humanitario pretende por una parte lavarse la cara, pero no el alma, y por la otra por supuesto beneficiarse de jugosas transacciones; como “nada es gratis” en el “mundo capitalista”, el retorno del donativo se materializaría según sus cuentas en secretos, a partir del año 2018…
Sigan soñando…
Con el Mazo Dando