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Foto: Referencial
“Honra a tu padre y a tu madre y algo se sanará en tu alma”
Bert Hellinger
Por José Garcés
Trump quiere comprar Groenlandia. Le negaron la venta pero igual le ha dicho al mundo otra vez que él es el gran patán de este siglo. No es azar que deje hablando solo a Macri, o que deje caer en el piso para que el asistente lo recoja (del piso) el auricular, o que empuje al primer ministro de Montenegro. De igual forma no son azar los cientos de tweets destemplados que lanza la voz del Capitalismo del Mar del Norte y que nos hace creer que es un loco patán narcisista. En realidad lo es, pero ese no es el problema, esa es la imagen que él quiere proyectar.
Una buena pregunta es entonces, ¿Por qué quiere proyectar la imagen de patán? Una hipótesis dejo al aire: porque le está advirtiendo al mundo que EE. UU. no está dispuesto bajo ningún concepto a perder la supremacía mundial, y va a hacer todo lo que esté a su alcance para mantenerla. Para nadie es un secreto que Estados Unidos ya ha quedado atrás en la carrera armamentística y tecnológica con China y Rusia, lo único que le queda es el dólar y se está tambaleando peligrosamente. Por eso la fiera esta herida y es capaz de cualquier cosa, y la fiera está montada por un patán loco y narcisista.
Si, ya sabemos que ha comenzado la tercera guerra mundial y que se está peleando bajo la modalidad de una nueva guerra fría, y también sabemos que la guerra fría de los 60 se libró en América Latina: el Plan Cóndor y los Gobiernos militares que en un momento ocuparon toda América Latina son prueba de ello, y alguien puede preguntar:
¿Quién ganó la Guerra Fría? ¡La U.R.S.S. se desintegró! Podemos asumir o inferir quien ganó, pero también podemos decir quién no perdió: Siguiendo el ejemplo de Fidel en Cuba en los años de 1960 se despiertan todos los movimientos revolucionarios de América Latina, algunos de ellos son gobierno hoy en sus respectivos países. Pero hay algo más, hubo un importante movimiento cultural que unió América Latina a través de la canción. El movimiento de la Canción necesaria del que fueron figuras Viglietti, Zitarrosa, Inti Illimani, Victor Jara, Violeta Parra, Quilapayun, Mercedes Sosa, Alí Primera, Gloria Martin, Los Guaraguao, Silvio Rodríguez y tantos otros, dejaron escuchar su voz en toda América Latina en una época en la que no había internet ni Whatsapp.
Yo creo fervientemente en el Anima Mundi, que es un concepto de los antiguos alquimistas: El alma de los tiempos es lo que explicó (a mi manera deber) el 27 de febrero: Cómo una protesta en Guarenas se extendió a todo el país. Otro ejemplo: Cómo el 12 de abril de 2002 la gente iba voluntariamente y sin armas a rodear Miraflores en pleno golpe de Estado. ¿Qué hacía que miles y miles fueran a Miraflores sin que nadie los convocara? No me queda la menor duda que fue el alma de los tiempos o el Ánima mundi.
Esa Ánima Mundi es un alma de victoria y la tenemos muy en ciernes. Hace apenas 50 años el imperio norteamericano no pudo con las luchas revolucionarias de América Latina. Los que conocimos la voz de Víctor Jara sabemos que hoy se escucha con una fuerza cada vez más inconmensurable. Los que no la conocieron fueron adoctrinados por el reguetón y los discursos anticomunistas con los que crecieron nuestros hijos. ¿Ahora ya sabes porque la serie Juego de Tronos terminó de esa manera? O porqu una serie fantástica como Strange Things se hace en 2016 y se escenifica en 1985 en plena Guerra Fría donde hay que “matar comunistas”.
Sí, efectivamente se trata del al voz del patán narcisista que nos habla desde sus miles de micrófonos y parlantes. Y de nuevo, surge la pregunta: ¿Por qué es tan importante gritar tan alto que él es el dueño del mundo? Porque sabe que no lo es. Porque el Ánima Mundi está ahí cerquita para nosotros. Por eso yo pertenezco a la iglesia del no olvidar.
Esa historia está muy a flor de piel, y para eso simplemente esta generación debe honrar a su padre y a su madre.
Los comunistas, los revolucionarios de ayer, todavía están con su boina y su mirada al horizonte intentando “tomar el cielo por asalto”. Por eso grita tan fuerte el patán.