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El 24 de julio de 2012, desde el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, en Caracas, el presidente de la República, Hugo Chávez, revelaba en transmisión conjunta de radio y televisión un cuadro con el rostro del Libertador Simón Bolívar, imagen resultante de una serie de estudios anatómicos realizados por especialistas calificados, que mostraron a Venezuela las características del verdadero rostro del padre de la patria, y permitieron profundizar datos relacionados con su muerte.
Sin embargo, el hallazgo del verdadero rostro del Libertador, un hecho que marcó la historia científica en Venezuela, nunca recibió el apoyo por parte de representantes de la derecha y el pasado 5 de enero dicho retrato del Libertador, que permanecía exhibido en el Hemiciclo Protocolar de la Asamblea Nacional, fue removido por órdenes del diputado de derecha Henry Ramos Allup, quien reconoció preferir «la imagen clásica del Libertador» y no la que Hugo Chávez entregó al país hace cuatro años atrás.
Foto: Archivo
Proceso de investigación
La primera vez que el comandante Hugo Chávez anunció al país su interés por conocer las causas de la muerte del Libertador y verificar, además, si los restos que reposaban en el Panteón Nacional eran realmente los de Bolívar, fue el 17 de diciembre de 2007.
El 29 de enero de 2008 el Gobierno Nacional creó la comisión de especialistas que se encargarían de preparar los procedimientos necesarios para intervenir el sarcófago y la urna de plomo donde reposaban los restos mortales del Libertador y proceder con los estudios histológicos y radiológicos, más la reconstrucción de su rostro en tercera dimensión, entre otros estudios.
El proceso se logró con éxito y mostró que el rostro verdadero de Bolívar guardaba gran similitud con el retrato del pintor peruano José Gil de Castro, quien en el siglo XIX llevó al lienzo en varias obras los rasgos del padre de la patria. Además, los estudios realizados exhibieron a un Bolívar de piel tostada y no blanca, mostrando las raíces afrodescendientes del Libertador, siempre negadas por sectores de la burguesía.
«A esta investigación se oponen los historiadores y políticos de la burguesía. No hay duda alguna: siguen teniéndole miedo a Bolívar y a su pensamiento revolucionario», expresaba Elías Jaua, entonces vicepresidente Ejecutivo de la República, desde el Salón Ayacucho en 2012.
Con la investigación surgieron otros datos: el Libertador no habría muerto víctima de tuberculosis como hasta ahora aparecía reseñado en los libros de historia. La causa de su muerte se debía a un cuadro infeccioso severo por cantárida, que resultó del mismo tratamiento que para la época le fue recetado para tratar una infección respiratoria, y que fue combinado con el uso de arsénico.
«El Libertador sufrió una enfermedad respiratoria crónica que se agravó con fiebre, con secreciones (…) El estado anímico del Libertador se fue deteriorando cada vez más a medida que él estaba deprimido. Eso avanzó su enfermedad», explicaba la médico especialista en patología, Lourdes Pérez, desde el Palacio de Miraflores.
El hallazgo del verdadero rostro del Libertador fue un acto que convocó la atención de todo el país, y niños de la patria, vestidos de uniforme escolar, acompañaron a Hugo Chávez en Miraflores durante el acto. «Los venezolanos podrán conocer ahora el rostro del Libertador, conocer hasta su color de piel», expresaba Chávez con emoción desde el palacio presidencial.
La acción de Ramos Allup fue repudiada por el Estado venezolano por tratarse de una ofensa hacia la memoria y las luchas del padre de la patria, y el pueblo no tardó en concentrarse en la plaza Bolívar del centro de la ciudad —donde se levanta la estatua ecuestre de Bolívar— para rendir homenaje al Libertador.
El alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, anunció el pasado jueves que en los próximos días el rostro del Libertador Simón Bolívar y del comandante Hugo Chávez, que también fue retirado de la Asamblea Nacional, serán exhibidos en las calles de la ciudad «para que las manos de nuestro pueblo amoroso los cuiden y los sostengan», expresó Rodríguez desde la plaza Bolívar.
AVN