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Foto: Embajada de Venezuela en Guatemala
En Guatemala se conmemoró este martes el 61 aniversario del natalicio del Comandante Hugo Chávez, líder de la Revolución Bolivariana y presidente de la República Bolivariana de Venezuela desde 1999 hasta 2013.
Los actos celebrados en el marco de la Jornada Mundial “Sembrando Amor, Cosechamos Patria”, fueron organizados por la misión diplomática venezolana en Guatemala, la Coordinadora guatemalteca de Solidaridad con la Revolución Bolivariana, la organización Sueños del Alba y el ex embajador de Guatemala en Venezuela, Erick Molina.
Durante su discurso la embajadora venezolana, Elena Salcedo, subrayó la profunda calidad humana del Comandante Bolivariano. “Chávez podía permanecer trabajando días enteros para diseñar diferentes y tantos programas sociales. Se puso al servicio de los de abajo y con titánicos esfuerzos, a costa de su salud, permitió que ahora el pueblo venezolano sea reconocido con derechos”, destacó Salcedo.
También hubo menciones por parte de la diplomática venezolana a la vocación latinoamericanista del líder de la Revolución Bolivariana. “Con igual ímpetu (Chávez) extendió ese amor para construir la Patria Grande, para darle nuevamente la esperanza a la América Latina con la cooperación entre los pueblos, a través de las nuevas organizaciones soberanas como: ALBA, Unasur, Celac y Petrocaribe”, puntualizó la embajadora.
Tras finalizar la intervención de Salcedo fue proyectado un documental sobre el Comandante Chávez, que mostró sus orígenes llaneros, su profundo carácter de hombre de pueblo.
A la cinta le siguieron las interpretaciones musicales de los cantautores guatemaltecos Miguel Sisay y Javier España, junto al trovador venezolano José Gregorio Gómez (Agua Salá), quienes animaron a los presentes con ritmos y letras revolucionarias. El canto culminó con el cumpleaños feliz alrededor de la torta de la boina roja. Y el soplo colectivo de las velas que marcaban 61 se produjo al compás del Alma Llanera.
Más temprano, en horas de mediodía, se celebró una misa en la iglesia Inmaculada Concepción oficiada por el párroco Wilfedo López.
Un amigo para siempre
El paso de Hugo Chávez en 1988 por Guatemala no fue vano. Durante ese año, vivió seis (6) meses en el país centroamericano para realizar un curso de formación militar.
Quienes lo conocieron en ese periodo afirman que su traslado nada tuvo que ver con fines académicos, sino que respondía, más bien, a un intento de la cúpula militar de Venezuela para desactivar una rebelión que orquestaba el entonces Mayor del Ejército venezolano.
Los hechos ocurridos a partir de la madrugada del 4 de febrero de 1992 confirman que, a pesar del forzado exilio temporal, no hubo manera de detener la llama revolucionaria que movía al Comandante Bolivariano.
La presencia este martes 28 de julio de decenas de amigos que Chávez hizo durante su estancia en Guatemala también dan fe de su calidad humana y de como, a pesar de convertirse en 1998 en presidente de Venezuela, nunca olvidó a los afectos que cosechó en territorio maya.
Los militares guatemaltecos y compañeros de estudios de Chávez, Capitán Jorge Echeverría y Coronel Arturo Barrios, leyeron sendos poemas en honor a su amigo que cumpliría 61 años.
En el público, acudió en pleno la familia Molina, que acogió en su seno al Arañero de Sabaneta durante su permanencia en el país centroamericano a finales de los años ochenta. Muchas de las anécdotas sobre esa época se comentaban entre las imágenes del presidente Chávez dispuestas en la exposición fotográfica que hacía de colofón a la actividad. De todas ellas se desprende el infinito afecto que sembró Hugo Chávez en Guatemala.
Embajada de Venezuela en Guatemala