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Foto: Archivo
Nelson Mandela asumió el 10 de mayo de 1994 la presidencia de Sudáfrica, convirtiéndose en el primer presidente electo por sufragio universal.
Con más de 60% de los votos, Mandela ganó las elecciones del 27 de abril del 94.
Tras una intensa lucha contra el Apartheid (sistema de discriminación racial) que lo mantuvo en prisión durante 27 años, el líder social, conocido en su nación como Madiba, nunca desmayó en sus esfuerzos por lograr la igualdad social en su país.
En 1990 queda libre e inicia un proceso para la reestruccturación del país que se concreta con la celebración de las elecciones (multirraciales) presidenciales y su triunfo electoral.
En 1993 recibe el Premio Nobel de la Paz por su lucha contra el Apartheid así como la instauración e impulso de la democracia en el país africano.
«Ha llegado el momento de curar las heridas. El momento de salvar los abismos que nos dividen. Nos ha llegado el momento de construir. Al fin hemos logrado la emancipación política. Nos comprometemos a liberar a todo nuestro pueblo del persistente cautiverio de la pobreza, las privaciones, el sufrimiento, la discriminación de género así como de cualquier otra clase. Hemos logrado dar los últimos pasos hacia la libertad en relativas condiciones de paz. Nos comprometemos a construir una paz completa, justa y perdurable», expresó Mandela durante su discurso de asunción.
Madiba falleció el 5 de diciembre del 2013 luego de estar varios meses convaleciente por un cuadro de neumonía.
Nelson Mandela se convirtió en un figura mundial por su gran lucha social, y que hoy en día mantiene vigencia, no solo en Sudáfrica, sino el todo el mundo.
AVN