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El 24 agosto de 1876, fueron llevados al Panteón Nacional los restos mortales de María Luisa Cáceres Díaz, conocida como Luisa Cáceres de Arismendi, una de las mujeres heroínas más importantes de la gesta independentista en Venezuela.
Nacida en la ciudad de Caracas, el 25 de septiembre de 1799, esta patriota venezolana contrajo matrimonio con el guerrero independentista, Juan Bautista Arismendi, a quien siempre protegió, incluso a riesgo de su vida tal como lo demostró durante su detención en la que embarazada fue torturada para que señalara el paradero de su esposo, tratamiento que derivó en la muerte del bebé al momento de su nacimiento.
Tras largas jornadas de penurias y torturas a manos de los españoles, es trasladada a Cadiz, donde es tomada por rehén del reino de España, que le pide firmar un documento donde declara su lealtad a la corona, acción que se negó a realizar, logrando retornar a tierras venezolanas el 26 de julio de 1818.
Muere en su ciudad natal el 02 de junio de 1866. Todas las torturas no hizo que abandonara sus ideales independentistas. El mundo la recuerda como una fiel defensora de la revolución libertadora, al resistir vejámenes en una oscura prisión a donde fue confinada por el Ejército realista.
Con el Mazo Dando