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21.Ago.2015 / 06:52 pm / Haga un comentario

Foto: Archivo

La inseguridad es una situación muy compleja que se desprende se muchos factores, principalmente relacionados con la desigualdad social y económica. Sin embargo, para el analista político Alberto Aranguibel, en el caso de Venezuela predomina un factor político cuyas intenciones son de generar zozobra en la sociedad.

Aranguibel asegura que desde hace algunos años, sectores de la oposición venezolana se han dedicado a generar este panorama de violencia, mediante un discurso articulado, cuyo único objetivo “es buscar derrocar el Gobierno por vías de un estallido social”.

“El sector ultraderechista de la oposición es el que está llamando a un estallido social en su discurso (…) Ellos respaldan la desestabilización económica, la especulación, defienden el bachaquerismo. Ellos son los culpables de la violencia en Venezuela”.

Por otra parte, asegura que no hay indicios de un incremento de violencia en Venezuela, sino que se trata de la misma estrategia mediática, que ocasiona “una sensación de exacerbación de la criminalidad”.

“Vivimos una inseguridad que está dentro de los estándares de lo que sucede en el mundo entero (…) Pero en los últimos tiempos, los crímenes horrendos que se han conocido de alguna manera han exaltado el carácter violento de esta criminalidad, porque son muy atípicos”.

Señala que es justamente ese carácter atípico, que junto con otros elementos, son la demostración de que existe una “incidencia adicional” en esta situación, que no es más que la “inyección del paramilitarismo desde el exterior hacia el país”.

“La derecha venezolana tiene un discurso neoliberal que no encuentra respaldo en el pueblo. Entonces, desde hace algunos años se ha inclinado a la promoción de la violencia en las calles (…) apelando a estos sectores paramilitares que vienen de Colombia, que en convivencia de los sectores oligarcas de esta nación, juegan al derrocamiento del Gobierno Bolivariano”.

¿Paramilitarismo o hampa común?

El especialista sostiene que los hechos paramilitares que ocurren en Venezuela pueden ser identificados como paramilitares por el carácter brutal y salvaje con los que son practicados. Además de los asesinatos a personas conocidas.

“Los recientes descuartizamientos, por ejemplo, es un practica que se conoce en Colombia desde hace mucho años y ya son consideradas ‘normales’. Lo mismo ocurre en México, donde los carteles de droga utilizan la herramienta del temor contra la sociedad a través de este tipo de crímenes, pero no era algo visto en Venezuela. Sucede desde que la oposición va en esa dirección, en la de buscar aterrorizar a la población con el tema de la inseguridad”.

Explica que estas conductas no se relacionan, si se quiere “con la cultura criminal que predominaba en el país”, la cual estaba más asociada a delitos menores como el hurto y el atraco, que “se desprendían de las complicaciones económicas que tenía un determinado sector de la población”.

“Pero la revolución ha combatido esa situación mejorando el poder adquisitivo del venezolano, la ingesta calórica, la enseñanza, la inclusión… Por lo que ya no existen esas antiguas necesidades, y ya no son las causas de la inseguridad”, sostiene.

Políticas de seguridad

En una encuesta realizada por Desde La Plaza a 10 transeúntes seleccionados al azar en el Bulevar de Sabana Grande, todos consideran que el Estado no ha implementado políticas de seguridad efectivas para contrarrestar esta situación, mientras que solo tres piensan que está relacionada con paramilitarismo.

No obstante, Aranguibel explicó que sí se han implementado programas efectivos, solo que estos no pueden permanecer estáticos en el tiempo, sino que han ido mejorando y adaptándose al requerimiento y la coyuntura social del momento.

“Una vez que la arremetida de la violencia se da con más fuerza y avanza a otros niveles de agresión, brutalidad y salvajismo; se tienen que apelar a otras herramientas y planificar nuevos mecanismos. No hay una receta preestablecida para eliminar de manera absoluta toda esta criminalidad”, explica.

Además, dice que el hecho de que la sociedad se ha mantenido en calma a pesar “de los constantes llamados a la violencia” son un ejemplo de que estos planes ha funcionado.

“Recordemos que esta violencia no está pensada para hacer ruido, está pensada para tumbar al Gobierno y tienen años en eso y no lo han logrado. Eso quiere decir que ha habido una respuesta que lo ha contenido. Aunque por supuesto no ha logrado eliminarlo en su totalidad”.

Futuro nacional

Finalmente, el analista político prevé que viene una situación tensa debido a la proximidad de las elecciones parlamentarias, pues “como la oposición no tiene propuestas, recursos discursivos, liderazgo, ni candidatos atrayentes para la opinión pública, seguirá apelando a la violencia”.

“Afortunadamente el gobierno ha vendido actuando en ir descabezando esos movimientos, cuando menos el factor fundamental está tras las rejas en este momento”, apunta.

Mientras que asegura que es muy improbable que la gente responda al llamado opositor “a sabiendas que se está respondiendo a la violencia de manera eficaz”.

DesdeLaPlaza.com

 

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