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Foto: Referencial
Pusieron su empeño en una hectárea de tierra, que como muchas de Venezuela, están bañadas de fecundidad femenina. La extensión fue abrazada con amor y atención en el trabajo productivo y luego de una historia de experiencias, hoy ven crecer el fruto de su trabajo.
Julia y Cecilia Pastrana, junto a Yoleidy Becerra, desde hace dos meses vienen batallando para llevar adelante el cultivo de cebolla de bulbo (redonda), con la que se preparan para su primera cosecha a finales de abril de este año. Esperan recoger 5.000 kilos, producción que irá hacia los consejos comunales, mercados a cielo abierto adelantados por el Gobierno Nacional, el Ejecutivo Estadal y la Alcaldía del municipio San Francisco.
Conformadas en una Unidad de Producción Familiar (UPF), las hermanas Pastrana y Yoleidy, hija de Julia, iniciaron su lucha en 2013, para embarcarse en la aventura de ser productoras de cebolla de bulbo, luego que la vaguada vivida en el país en 2010, acabara con 20.000 matas de pimentón sembradas en su solar, ubicada en el Parcelamiento Mi Esfuerzo, sector San Benito de la parroquia Marcial Hernández, municipio San Francisco del estado Zulia.
«La vaguada acabó con 210 días de trabajo continuo. Nuestro esfuerzo de sol a sol se fue en instantes. Nos sentimos en ese momento perdidas (…) todo el sacrificio quedó allí», contó Julia, quien al mismo tiempo recuerda que la esperanza volvió cuando conocieron las experiencias de casas de cultivo en el país, con las cuales estaban seguras podrían continuar cosechando, esta vez cebolla, sin temor a perder la siembra.
Las tres mujeres introdujeron el proyecto en varias dependencias. En algunas no confiaron que mujeres pudiesen llevar adelante el ambicioso propósito, pero en una jornada de Gobierno de Eficiencia en la Calle en Zulia, el presidente Nicolás Maduro, bajo el legado feminista del Comandante Hugo Chávez, aprobó el plan a través del Fondo Agrario Socialista (Fondas).
Un total de 3 millones 500 mil bolívares fueron asignados, con los cuales adquirieron tres casas de cultivos y demás equipos; además de ello, comenzaron a recibir la asesoría de Semillas Venezuela, de la Alcaldía Bolivariana de San Francisco y del Gobierno regional, a través del Fondo para el Desarrollo Económico y Social del Zulia (Fondesez).
Manos laboriosas, empuje de mujer
«Al principio salíamos bañadas y quizás con poco manejo del sistema de casas de cultivo. Ahora nos atrevemos a decir que somos expertas, que todos los conocimientos los absorbimos, preguntando, leyendo mucho y trabajando hasta 12 horas al día, manejándolo todo», explica Cecilia, al manifestar que su trabajo se inicia a las 7:00 de la mañana, atendiendo todos los procesos en la casa puesta en marcha, puesto que las otras dos aún no las han activado hasta tanto no superen las limitaciones en el uso del agua para riego, a pesar de que se usa el sistema de goteo.
Mientras muestra con orgullo el avance de la siembra, explica cómo es el proceso para la germinación de semillas, la siembra de la plántula, el riego y la preparación de sustratos, que es elaborado por ellas mismas.
«Se preparan las lomas con sustrato, se le coloca una capa debajo del aserrín, que cumple un papel aislante, para que la humedad se mantenga arriba y, luego de la poda, baje al bulbo para que crezca y obtenga un peso ideal», expone.
Cada casa cuenta con una superficie de 1.000 metros cuadrados, a razón de 144 plantas por metro cuadrado, distribuidas en 12 lomas, lo cual representa aproximadamente entre 10.000 y 15.000 kilogramos de cebolla tres veces por año, en periodos de cuatro meses.
Ahora, en un mes, 5.000 kilogramos de cebolla llegarán al pueblo a precio justo gracias al empuje de estas mujeres, que comparten su vida familiar con la labor productiva embriagada de fuerza femenina.
Las hermanas Pastrana y Yoleidy se sienten orgullosas. Una de ellas sostiene que esta cosecha «y en las que vienen están presentes las palabras de (Hugo) Chávez, quien se empeñó en mostrar lo que la mujer es capaz de hacer. En las manos de las mujeres está la erradicación del hambre y la lucha contra la guerra económica».
AVN