Noticias / Regiones
Foto: Prensa Fonhvim
En el terreno decretado A Vivir “Victoria Revolucionaria” por el presidente Hugo Chávez Frías, en el año 2011, ubicado en la avenida Las Américas, al lado del Yuan Lin Centers, se efectúo la gran asamblea Viviendo Venezolano, con el fin de activar el Frente Nacional en Defensa de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV).
Con la presencia de viviendos venezolanos del eje Metropolitano, el acto fue presidido por el secretario del Órgano Estadal de Vivienda de la GMVV y presidente del Fonhvim, Juan Carlos Velásquez, quien en nombre del mandatario regional Alexis Ramírez; dio a conocer los riesgos y amenazas de la aprobación de la Ley de Otorgamiento de Títulos de Propiedad a beneficiarios de la GMVV, establecida el pasado jueves en la Asamblea Nacional (AN).
En este sentido, Velásquez dio a conocer minuciosamente dicha ley, aseverando cada uno de los artículos, para demostrar el desconocimiento existente por parte de la derecha venezolana de la estructura de la GMVV y las leyes habilitantes aprobadas en los últimos años que fortalecieron a una de las misiones más emblemática del estado venezolano como lo es la GMVV.
“Ya Venezuela, cuenta con un ley que ampara a los venezolanos, que regula el régimen de propiedad sobre las viviendas, terrenos y demás bienes de manera integral; es decir, la revolución entrega una propiedad familiar y no una propiedad individual como así pretende aprobarlo la derecha venezolana mediante esa ley que nosotros los consideramos Ley Disfraz” puntualizó.
Por su parte, Yesenia Plaza, vocera del frente Bolivariano Liberador de Tierras Urbanas del Estado Mérida, manifestó el descontento exístete en cada uno de los colectivos establecidos en las áreas a vivir y los urbanismo de la entidad merideña; así como también apoyo rotundo al presidente Nicolás Maduro.
“Esta ley conllevará a perder el trabajo organizado dentro del marco de la GMVV, por el desconocimiento de las leyes que han permitido la recuperación de tierras urbanas, para que el más necesitado pueda acceder a una vivienda digna, cuyo patrimonio sea familiar y un bien de primera necesidad; no con el que se mercantilice con precios elevados, como así pretende la derecha endógena.
Prensa FONHVIM