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Foto: Lechuguinos
Como es bien sabido desde hace meses senadores demócratas y republicanos presentaron ante la Cámara alta de Estados Unidos un proyecto de ley en el que propusieron que se interpusieran distintas sanciones contra funcionarios del gobierno de Venezuela (según ellos responsables) “de bloquear los procesos democráticos o que estén involucrados en corrupción”supuestamente buscando “mitigar la situación de nuestro país”, aun cuando sabemos que su única pretensión es la intervención, sin embargo, acá lo que llama la atención es que de las personas que se encontraban dentro de la lista de sancionados resaltaba el nombre de la ILUSTRE Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz quien era altamente repudiada por la derecha mundial y venezolana, sin embargo se pudo conocer que ahora milagrosamente su nombre desapareció de esta temible lista ¿Por qué será?.
Parece mentira que luego de que esta salta talanqueras y vendida al imperio comenzó a colaborar con la derecha y se convirtió en su cómplice silencioso en cuanta atrocidad se les ocurriese ahora sea “perdonada” en la lista sancionatoria manejada por los tentáculos del gobierno gringo el cual sabemos compra conciencias y voluntades a su antojo.
Debemos tener presente que el documento de 27 páginas solicita también informes detallados a las agencias de inteligencia sobre el papel que supuestamente desempeñan miembros del gobierno venezolano en el tráfico de drogas y la corrupción.Cabe destacar que esta atrocidad está siendo conducida por el vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el senador Ben Cardin, y su homólogo republicano Marco Rubio quien lidera el subcomité para el Hemisferio Occidental y con el apoyo de ambos partidos, los demócratas Dick Durbin, Robert Menéndez, Bill Nelson, Tim Kaine y Chris van Hollen; y con el de los conservadores John McCain y John Cornyn.
Ahora, es menester preguntarnos ¿quedan dudas acerca de que la fiscal carente de ética se vendió por un par de maleticas llenas de verdecitos o es necesario seguir engañándonos?.
Lechuguinos