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Foto: Cortesía @Juan_Dugarte
El legado y ejemplo de lucha y defensa con amor y justicia de la revolución y de la protección social del pueblo que dejó Fabricio Ojeda en la historia política del país es destacado por el pueblo patriota, que este lunes ya comenzó a concentrarse en Caracas para acompañar los restos del luchador revolucionario al Panteón Nacional, como tributo a su rebeldía, lucha y entrega por la democracia.
En un contacto con Venezolana de Televisión desde la avenida Lecuna con avenida Fuerzas Armadas, en el centro de la capital, uno de los puntos que tocará la movilización, la joven Yosmary Ribas destacó que la perseverancia de Ojeda es el mejor ejemplo a seguir hoy «por nosotros los jóvenes, para continuar defendiendo con amor y justicia la Revolución Bolivariana y el legado que nos dejó el comandante Hugo Chávez. Ahora Fabricio descansará junto a los héroes que defendieron la paz e independencia de Venezuela».
Rosendo Rodríguez, docente, coincidió con la ciudadana en que Fabrico Ojeda es el mejor ejemplo de valentía para los jóvenes de hoy: «Para esta juventud que está en formación revolucionaria. Por eso Fabricio es merecedor de estar al lado de nuestros luchadores independentistas».
Miembros de movimientos sociales, jóvenes y demás voceros del poder popular ya se encuentran en el Cementerio General del Sur para sumarse a la movilización que recorrerá puntos como Roca Tarpeya, la avenida Fuerzas Armadas, el mercado de La Hoyada, la avenida Universidad, la avenida Baralt y la sede del Tribunal Supremo de Justicia, hasta llegar al Panteón Nacional. Una Comisión Presidencial dirigirá la marcha que acompañará este tributo.
Fabricio Ojeda nació el 6 de febrero de 1929 en Boconó, estado Trujillo. Su vida transcurrió entre la política, el periodismo y la lucha revolucionaria. Como joven comunista, al frente de la Junta Patriótica (conformada por el PCV, URD y jóvenes revolucionarios de AD y Copei), emprendió el combate popular contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, derrocado el 23 de enero de 1958.
Ojeda, quien había sido electo por voluntad popular como diputado al Congreso Nacional, en diciembre de 1958, decidió renunciar a ese cargo en junio de 1962 e irse a las montañas para combatir, junto a grupos guerrilleros, por la liberación de Venezuela.
El 20 de junio de 1966 fue capturado en La Guaira, estado Vargas, por el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (Sifa). Dos días después, y en muy extrañas circunstancias, apareció asesinado en su celda.
AVN