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El expresidente de Bolivia, Evo Morales, advirtió este viernes sobre una posible masacre en Bolivia como resultado del uso de la fuerza por parte del gobierno de facto para someter las manifestaciones pacíficas en diferentes puntos del país.
La advertencia del exmandatario llegó luego que la administración de la presidenta inconstitucional Jeanine Áñez hiciera público un Decreto Supremo que autoriza la participación del ejército y la policía para realizar acciones conjuntas contra las protestas que bloquean importantes vías de comunicación para exigir respeto al calendario electoral.
Morales señaló en su cuenta en la red social Twitter que ambos cuerpos uniformados asumirán el mandato de acuerdo a lo establecido en la ley, y hace énfasis en el uso de medios y fuerzas para lidiar con los manifestantes.
“Las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana emplearán los medios disponibles de manera proporcional, de acuerdo a la necesidad emergente y riesgo de los operativos (…)”, señala el texto.
Dicha disposición provocará una masacre y como en momentos anteriores el gobierno de facto la asumirá como un costo necesario, alertó Morales según destaca Prensa Latina.
“(El) uso de fuerza provocará una masacre pero al régimen no le importa”, apuntó el exmandatario refugiado en Argentina tras el golpe de Estado que le obligó a dimitir en noviembre de 2019.
Una instrucción similar propició las conocidas masacres de Senkata y Sacaba, donde manifestantes pacíficos que exigían el retorno de Morales a la presidencia fueron reprimidos por militares y policías con un saldo de una treintena de muertos y decenas de fallecidos.
El nuevo decreto supremo se sustenta en la necesidad de mantener el orden en los puntos donde se encuentran los bloqueos y velar por el paso de ambulancias y suministros médicos necesarios para tratar a pacientes con la COVID-19, pues al gobierno de facto asegura los manifestantes prohíben la circulación.
Dicho argumento es desmentido por el candidato a la presidencia de Bolivia por el Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, que lo califica como una campaña de mentiras.
Arce explicó en las redes sociales que la Central Obrera Boliviana y el Pacto de Unidad (agrupación de movimientos sociales), quienes lideran los bloqueos, instruyeron a sus seguidores desde un inicio de permitir el paso de ambulancias e insumos.
El pueblo, afirma el exministro de Economía y Finanzas, movilizado pacíficamente está comprometido con la salud y la vida.
Recuerda además que la falta de equipos, profesionales, insumos e instalaciones hospitalarias preparadas para lidiar con el nuevo coronavirus data de meses antes de los bloqueos.
Arce atribuye la situación a la “pésima gestión (del gobierno de facto) que atenta contra la vida del pueblo”.
La víspera el candidato a la presidencia por el MAS alertó a la comunidad internacional y organismos de Derechos Humanos sobre la situación y las intenciones de las autoridades golpistas de reprimir las manifestaciones.
Los bloqueos buscan presionar al gobierno de Áñez para que realice las elecciones generales el 6 de septiembre, fecha consensuada por todos los actores políticos, y no el 18 de octubre como decidió de manera unilateral el Tribunal Supremo Electoral del país suramericano.
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