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“Pedimos a senadores españoles del PSOE, Unidos Podemos, Esquerra Republicana, Compromís, IU y EH-Bildu rechazar violencia de la oposición”, solicitaron en España los miembros de la agrupación de Víctimas de la Guarimba de la derecha durante las violentas acciones terroristas de 2014.
“Solicitamos a senadores españoles evitar acciones que alienten la impunidad en Venezuela. No más violencia, queremos JUSTICIA”, publicaron en la cuenta
La presencia de víctimas en el parlamento español, se hizo sentir durante un encuentro formal con varios de estos senadores. El partido Izquierda Unida, en su cuenta @iunida, difundió algunas fotografías de esta reunión.
“43 muertes y más de 850 heridos. Estremecedor escuchar los testimonios de las @VictimaGuarimba de Venezuela hoy en el Senado”, escribieron los representantes españoles de Izquierda Unida.
En enero de 2014, los dirigentes opositores Leopoldo López y María Corina Machado anunciaron al mundo un elaborado plan desestabilizador que llamaron La Salida, con el único propósito de derrocar al gobierno Constitucional del Presidente Nicolás Maduro Moros.
El 12 de febrero de ese año, iniciaron las acciones vandálicas con una supuesta marcha “pacífica” hacia la sede de la Fiscalía, que se saldó con la destrucción y quema de sus instalaciones, la muerte con armas de fuego de varios venezolanos en las calles y ataques a instituciones públicas. Posteriormente se impulsaron acciones vandálicas con barricadas, destrucción de mobiliario público y corte de vías, con el uso de lo que llamaron “guarimbas” para provocar a los efectivos de control del orden público, pero también para amenazar a los vecinos, quienes no podían circular libremente y eran atacados si intentaban despejar las zonas.
El terrorismo abierto incluyó el uso de guayas y alambres de acero para degollar motorizados y la visible actuación de francotiradores para matar guardias y policías nacionales bolivarianos. La violencia aupada por autoridades de jurisdicciones municipales controladas por la oposición, se extendió a lo largo de más de 4 meses, tiempo durante el cual los opositores generaron la muerte de transeúntes, motorizados, funcionarios de seguridad y hasta de pacientes que no pudieron llegar a centros de salud porque se lo impedían los “manifestantes”.
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