Foto: Referencial

Edgardo Toro

Venezuela continúa siendo noticia de primera página en la esfera internacional. No menos de un año, la opinión mediática occidental contra Venezuela era completamente negativa, desde todo punto de vista. Migraciones, escasez, violencia, etc. Obviamente, una matriz de opinión sostenida por el Departamento de Estado del Gobierno de los Estados Unidos de América (EUA) que a medida que incrementaba la presión política – económica mediante la imposición de criminales medidas coercitivas unilaterales (MCU), afectando gravemente la calidad de vida del pueblo venezolano, paralelamente sus plataformas mediáticas continuaban de manera sistemática alimentando el odio contra el legítimo Gobierno del Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros.

Paralelamente, el Gobierno venezolano, ajustado siempre al ordenamiento jurídico interno y en estricto apego a los principios del derecho internacional, continuó el arduo pero necesario trabajo en la implementación de políticas públicas destinadas a satisfacer las necesidades básicas del pueblo, a pesar de la carga negativa de las MCU en la economía.

Dentro de las políticas presentadas por el Gobierno Bolivariano ha sido los reiterados y continuos llamados al diálogo con todos los sectores que hacen vida en el país. La principal idea es retomar el sendero de la paz y darle viabilidad al Estado democrático y social de derecho y de justicia establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Después de la violencia promovida por un sector radical de la derecha venezolana con el apoyo de los EUA, se retoma el diálogo político. Momentáneamente se  incorpora al carril democrático y constitucional a aquellos sectores de la oposición venezolana que en varias oportunidades apostaron a la desestabilización política, económica y social, promoviendo Golpes de Estado fallidos, magnicidios como el frustrado de agosto 2018.

Preliminarmente, podemos decir que es un gran logro político para el Gobierno Bolivariano de conducir con paciencia extrema y tolerancia el retorno al juego democrático de los sectores políticos del país.

De esta manera, llegan los diálogos de paz en la ciudad de México, agosto 2021. Interesante iniciativa política que ha marcado un antes y un después en la opinión pública tanto nacional como internacional de lo que ocurre en Venezuela. El hecho de que se encuentren dialogando sectores de la derecha venezolana que años atrás no reconocían al Presidente Nicolás Maduro como Jefe de Estado y de Gobierno venezolano y apoyaban un disparate jurídico como la denominada “presidencia interina”, representa otro gran logro político para la Revolución Bolivariana.

La idea principal ha sido -en todo momento- promover el retorno al camino democrático y constitucional de aquellos sectores radicales que incluso llegaron a promover quemar de personas vivas. Alejar todos los actos y agendas violentas  impulsadas por ese sector radical de la derecha venezolana y que dirimamos nuestras diferencias por la vía electoral.

Este logro político del diálogo ha logrado que por primera vez, durante toda la Revolución Bolivariana, se firmara un memorando de entendimiento entre los representantes del Gobierno venezolano y el sector de la oposición, el cual se centra en una agenda que consagra estos importantes aspectos:

1. Derechos políticos para todos.
2. Garantías electorales para todos. Cronograma electoral para elecciones observables.
3. Levantamiento de las sanciones. Restauración de derecho a activos.
4. Respeto al Estado Constitucional de Derecho.
5. Convivencia política y social. Renuncia a la violencia. Reparación de las víctimas de la violencia.
6. Protección de la economía nacional y medidas de protección social al pueblo venezolano.
7. Garantías de implementación, seguimiento y verificación de lo acordado.

Un proceso de diálogo y negociación integral y en aumento, basados en una agenda, formato y pautas, acordados por el Gobierno Bolivariano y un sector de la oposición radical venezolana.

Como resultado de ese gran paso dado por el Gobierno Bolivariano, se derrumba aquella tesis del desconocimiento al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, y se abre el camino al rumbo democrático, político y constitucional en el país.

Aunado a ello, entramos en una nueva etapa en la esfera internacional. El reconocimiento a Nicolás Maduro como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela por un grupo de países de la región Latinoamericana y Caribeña que –hasta hace poco- llevados de la mano por la bota norteña gringa, desconocían la legitimidad del Presidente Constitucional venezolano.

Para estos diálogos contamos con varios países acompañantes, entre ellos, Países Bajos (Holanda), Noruega, Rusia y México. Obviamente que la opinión mediática internacional cambia. La Unión Europea (UE) se mantiene al margen durante las negociaciones. Esto ha tenido un contundente impacto positivo en los medios internacionales. Ojo, lo que pretendo explicar es que la estrategia política del diálogo ha neutralizado a medios radicales de gran alcance, de momento. Vale acotar que esos medios jamás respaldaran el desarrollo político de la Revolución Bolivariana.

Viene el 21 de septiembre de 2021, la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), donde el país anfitrión, México, fue el punto de encuentro para la asistencia de 17 mandatarios, 2 vicepresidentes, 9 cancilleres y otras autoridades de primer nivel.

En esta oportunidad, la CELAC –bajo el indiscutible liderazgo del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador- ha renovado fuerzas en pro de la unión latinoamericana y caribeña, en un contexto regional de fuerte rechazo a la Organización de los Estados Americanos (OEA), presentándose la CELAC como una gran alternativa para atender los numerosos desafíos de la región, propiciando la convergencia por encima de las diferencias políticas e ideológicas.

Dentro de los 17 mandatarios se encontraba el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, quien como estadista hizo un llamado para colocar la política internacional al servicio del derecho internacional, alejando en todo momento las posturas divisionistas del pasado y promoviendo la unidad latinoamericana y caribeña como un solo bloque, lejos de una ideología única en la región y de un control hegemónico impulsado desde Washington.

Sólo dos países mencionaron de manera negativa la presencia del Presidente Nicolás Maduro en la cumbre. El resto de los presentes, estuvieron abocados a los principales problemas que aqueja la región, empezando por el abordaje conjunto del COVID-19 y cómo actuar en bloque regional en defensa de nuestras soberanías e intereses comunes.

Un verdadero triunfo político para el Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro en la CELAC.

Obviamente, un duro y contundente golpe político para aquellos profetas del desastre que pretendían vender una idea falsa de que la Venezuela Bolivariana estaba completamente sola en la región. Una demostración más del alto nivel político y de resistencia sostenido por el pueblo venezolano y su Gobierno y que nos ha llevado a continuar el liderazgo político en la región, pese al criminal daño recibido por la imposición de MCU por parte de los EUA.

Van 21 años de Revolución Bolivariana. El pueblo venezolano completamente consciente, en su gran mayoría continúa respaldando el proceso político chavista. El Presidente Nicolás Maduro Moros, cada día más acertado en su política de Gobierno, ha dado demostraciones al mundo de los grandes avances alcanzados en materia política, económica y social en Venezuela. Dando lecciones al mundo de democracia participativa y protagónica, donde es el poder popular quien de la mano con el Gobierno central, regional y local, adelantan grandes esfuerzos en la recuperación económica y social del país.