Opinión / Noticias / Roberto Malaver
Suena el Concierto para Violín, opus 61, de Beethoven, con Arabella Steinbacher como solista en el violín, y Arquímedes Salazar, el analista nacional e internacional, está allí, frente a su computadora, lelo y emocionado. Desde allí sale de su deslumbramiento cuando le digo:
-El presidente presentó el presupuesto nacional en el Panteón Nacional, ante el Congreso de la Patria, y después, el vicepresidente Aristóbulo Istúriz lo llevó a la Sala Constitucional, en el Tribunal Supremo de Justicia.
-Así es. Es la primera vez que se aprueba un presupuesto nacional de esa manera. Con el pueblo. Hubo discusiones en muchas partes y se fue aprobando por asambleas populares, y ahora se llegó al Panteón Nacional, justamente el día en que se cumplían 203 años en que a Simón Bolívar lo nombraron Libertador. Es una cosa histórica y hermosa, y parodiando a César Vallejo, y otra vez histórica.
-¿Ahora el presupuesto no depende del ingreso petrolero?
-Ahora, como todo país, nuestro presupuesto depende de los impuestos nacionales. Es decir, que el Seniat tiene ahora un compromiso mayor, porque el 83% depende del cobro de esos impuestos, y apenas el 3,8% del ingreso petrolero. Y el 11,9% de las empresas socialistas del Estado. En fin, que hay participación del pueblo, y ojalá que después haya vigilancia y control, y que además, se derrote de una vez la guerra económica.
-¿Y la Asamblea Nacional?
-La conducta de la Asamblea Nacional, de querer estar por encima del Tribunal Supremo y del presidente Maduro, los llevó al desacato, y por eso se pudo hacer esta acción, que es una demostración más de que la revolución va bien. Además, ya la Asamblea Nacional, con ese presidente con un lenguaje de cloaca, ya está tan muerta como el referéndum y la MUD.